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Ramón López Velarde, en “un vaivén de eternidad”

Foto(s): Cortesía
Redacción

A cien años de la muerte de Ramón López Velarde, algunos versos del poeta permanecen inmarcesibles, perdurables en la memoria de lectores de varias generaciones, sobre todo los de un poema, "La Suave Patria", que sigue siendo “impecable y diamantina”.


Sin embargo, no es un poeta popular; su lectura muchas veces requiere el auxilio de un diccionario para desentrañar el significado de palabras poco usadas en el habla cotidiana, que tampoco lo eran en el tiempo que vivió el poeta.


Ramón López Velarde nació en 1888 en Jerez, Zacatecas, “donde el cielo es cruel y la tierra colorada”. El entorno doméstico, pueblerino y confesional,  (la provincia, el apego a la religión, el amor por las muchachas de “perímetro jovial”, las tradiciones centenarias que rigen la siesta jerezana) define sus primeros poemas y son el magma que dio origen a su poética ulterior.


Su escritura y vivencia existencial, siempre estuvieron atravesadas por  la coexistencia de dos credos vitales: la renuncia y la entrega, el ímpetu sensual y la primacía de lo religioso. (“Yo reconozco mi osadía / de haber vivido profesando / la moral de la simetría”)



Su raíz provinciana, los amores fallidos que no llegaron a historia, su “vida breve como un relámpago”, el lenguaje sencillo -y a la vez atrevido de palabras fulgurantes-, con que retrató las íntimas circunstancias de su vida diaria, definieron su escritura y lo tornaron en un vanguardista y guía de sus epígonos que comenzaban a despuntar: los reunidos en el grupo de los Contemporáneos.


Fueron ellos (Gorostiza, Pellicer, Ortiz de Montellanos, Jorge Cuesta) los que lo descubrieron como el poeta cultor de Eros y Thanatos, de la angustia y el frenesí vital que definió al México posrevolucionario.


Fuensanta, “dulce amiga, / blanca y leve mujer, /  dueña ideal de mi primer suspiro / y mis copiosas lágrimas de ayer”, fue el amor que no pudo ser y el numen de todos sus sueños amorosos. 


Pero fue el poema "La Suave Patria" el que atrajo el interés del público identificado con el pundonor nacional, que lo declama (la “incurable tendencia a situar el vigor poético en la laringe”, apunta Carlos Monsiváis), lo divulga, y lo recita en fastos patrióticos. Se le designa como “el poema nacional”.


 “La Suave Patria aparece -escribió Octavio Paz- como una sucesión dinámica de colores, sobre perfumes y sensaciones, no como un fresco de pintura, sino como un documental, en el sentido cinematográfico de imágenes poéticas”.


Ramón López Velarde murió el 19 de junio de 1921, a los 33 años, hace ya un siglo.



EX LIBRIS


Su obra y su tiempo (fragmento)


José Luis Martínez


El periodo vital decisivo de la existencia de Ramón López Velarde -de sus 20 a sus 33 años, de 1908 a 1921- queda casi totalmente comprendido en el periodo de nuestra historia política llamado de la Revolución. Cuando conoce a Madero, en 1910, tenía 22 años; cuando muere, en 1921, el país inicia apenas una tentativa de paz e instituciones. A pesar de ese temperamento reaccionario que él mismo confesaba, debió convivir, pues, con una violencia que se le oponía. Y aunque lo lastimase, realizó una obra paralela en sentido al de aquel movimiento histórico.


Aleccionante a este respecto es el ensayo "Novedad de la Patria", de El minutero, donde analiza nuestro concepto de la patria al que volvemos, después de años de sufrimiento, "por amor... y pobreza" para sentirla "menos externa, más modesta y probablemente más preciosa". En tal sentido, su exaltación amorosa de la provincia, primero, y su poema cívico, después, son la contribución "revolucionaria" de quien políticamente se sentía un "reaccionario".


Por ello, debe relacionarse esta actitud de la obra de López Velarde con el movimiento nacionalista que inician alrededor de 1910 el grupo de escritores del Ateneo de la Juventud. En los ensayos y conferencias ateneístas de estos años, es perceptible la preocupación por el conocimiento de nuestra cultura y nuestro espíritu. Nuestros valores literarios, nuestra música, nuestra pintura, y nuestro pasado arquitectónico se estudian por primera vez con el afán de integrar la comprensión nacional. De esas investigaciones, partirán luego algunas de las tendencias estéticas contemporáneas más importantes: colonialismo, atención al arte popular, independencia de la expresión plástica.


Ramón López Velarde, aunque coetáneo de algunos de los ateneístas, no se une a ellos a su llegada a México. Aliado a una promoción intermedia (la de Frías, Núñez y Domínguez, Zavala, etcétera), continúa, sin embargo, aquella dirección para enriquecerla con el doble filo del descubrimiento de la fecundidad poética de la provincia y su drama moral, y las audacias verbales e imaginativas con que realizará su obra.


(Tomado de: Ramón López Velarde, obras; edición de José Luis Martínez. (FCE; primera reedición de edición aumentada, 1994).



 


MOMENTO


17 de junio de 1866: Después del triunfo de los Republicanos en Santa Gertrudis, el presidente Benito Juárez establece su gobierno en Chihuahua.


17 de junio de 1914: Francisco Villa derrota en Zacatecas a las tropas huertistas y toma la ciudad.


17 de junio de 1985: El transbordador Discovery coloca en órbita el primer satélite mexicano, Morelos I.


17 de junio de 1914: Nace el poeta mexicano Efraín Huerta.


18 de junio de 1917: Muere Eufemio Zapata Salazar, uno de los jefes revolucionarios más importantes y hermano del general Emiliano Zapata.


19 de junio de 1921: Muere el poeta jerezano Ramón López Velarde, autor del célebre poema La Suave Patria.


19 de junio de 2010: Muere Carlos Monsiváis, escritor y periodista, autor, de Días de Guardar, Amor Perdido, entre otros libros.


20 de junio: Día Mundial de los Refugiados.


20 de junio de 1959: Muere el filósofo mexicano Samuel Ramos, autor de El perfil del hombre y la cultura en México.


21 de junio de 1810: Nace Manuel Payno, escritor, periodista y político, autor de Los bandidos de Río Frío.


21 de junio de 1827: Muere Joaquín Fernández de Lizardi, periodista y novelista, fundador del periódico El Pensador Mexicano, y autor de El Periquillo Sarniento, entre otros libros.


22 de junio de 1818: Nace Ignacio Ramírez, periodista, intelectual y político liberal, conocido con el seudónimo de “El Nigromante”. Fue uno de los ideólogos más importantes de la Reforma liberal juarista.


23 de junio de 1861: Es fusilado el general liberal Leandro Valle, quien participó en la revolución de Ayutla y en la Guerra de Reforma.


23 de junio de 1914: La División del Norte obtiene el triunfo en la Batalla de Zacatecas, golpe definitivo contra el gobierno de Victoriano Huerta.


23 de junio de 1937: El presidente Lázaro Cárdenas promulga el decreto por el que se nacionalizan los ferrocarriles.


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