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Fernando Lobo narra la realidad del espectáculo recién horneado

Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

Fernando Lobo comenzó a escribir Friquis antes de que el sexenio de Enrique Peña Nieto comenzará. Como él mismo apunta en entrevista, antes de que Televisa tomara el control de la democracia. El narrador habla para Noticias Voz e Imagen de Oaxaca de cómo construyó esta novela, la cual considera es la que más le ha costado escribir. Se trata de su quinta entrega para Almadía, que presentará esta noche.
"Me tocó ver, mientras estaba documentándome con noticiarios de espectáculos, cómo la campaña de Peña Nieto comenzaba con una historia romántica a través de los preparativos de la boda, gracias a la que podían hacer una campaña sí que nadie se diera cuenta, sin que ningún intelectual se percatara que se estaban haciendo una campaña frente a uno de los públicos más tumultuosos de la televisión: aquel que está interesado en la vida privada de las celebridades. Para mí fue extraordinario corroborarlo."
El aumento del control que tuvo la televisora predominante frente a la clase política, expresa, se manifiesta en la relación endeble entre realidad y ficción gracias a este mundo de pantallas. Para Fernando Lobo la sociedad del espectáculo se exacerbó, por ello es difícil reconocer la ficción de la realidad, sobre todo porque el show sigue ocurriendo.
"La televisión abierta está naufragando por el cambio de las tecnologías, su gran negocio es la política, ese es el negocio grande, el tiempo de la cosecha es este tiempo de elecciones, cuando se puede cobrar. Y en realidad es que no importa la credibilidad, los conductores de noticiarios lo que hacen es transcribir las versiones oficiales, enfatizar, matizar, omitir ciertas cosas y evitar la mentira franca para dar un montón de rodeos cuando se trata de lo absurdo."
Refiere que desde Ayotnizapa hasta el caso de Alan Pulido, el conductor de noticiarios lo que tiene que hacer es pararse muy firme frente a la cámara y decir una gran barrabasada sin que se le afloje la corbata. Considera que estos presentadores no llegan siquiera al papel del intelectual orgánico y parafrasea al filósofo Antonio Gramsci: "No son siquiera los encargados de crear ideas para que el sistema se sostenga, de generar discursos que legitimen a las hegemonías y poderosos, son repetidores y son desechables."
Asegura que tanto Joaquín López Dóriga como Denise Maerker son absolutamente desechables, subordinados de los grandes empresarios de los medios, los cuales a su vez se han dejado de subordinar a la clase política para controlarla. La premisa de la novela es que si uno no sale a cuadro no existe y para el político es crucial existir.
"Algo que me fascinó en el 2007, el año de Facebook -tiempo en el que yo estaba investigando el tema del porno- es que este perdió más o menos la mitad de su mercado a partir de las redes sociales. El espectador de porno se fue a las redes sociales buscando algo muy parecido ahí: su narcisismo, su satisfacción interna, sus propios traumas; las redes sociales están llenas de video e imagen, en un formato interactivo que para la televisión es absolutamente insuperable."
La televisión es un crucero de viejitos
La televisión abierta es un enorme trasatlántico, afirma Fernando Lobo. La considera un crucero de viejitos retirados compitiendo con pequeñas lanchas artilladas y asegura que la televisión abierta tendrá una utilidad muy importante porque sostiene el concepto de que el público es la materia prima con la que trabaja, no es el cliente que adquiere por decisión, sino un conglomerado de voluntades que se pueden manipular para encajar los productos que hagan falta.
"No pretendo dar ningún mensaje. Mi intención es muy sencilla, es la del disfrute de la lectura y en todo caso, si es posible, entender a un pedazo de mundo, una clave, un instante de cómo funcionan las cosas (...) Es la novela que más trabajo me ha costado en toda mi vida, me tomó por lo menos cuatro años de investigación, más la amplia documentación en televisión abierta que debería ser valorada; ahora no veo televisión desde hace cinco años ya y aún me estoy recuperando" sonríe, antes de volver a ponerse serio para la foto.
¿Cuándo y dónde?
Viernes 3 de junio, 18 horas, Foro el Huaje, ubicado en  la librería de Proveedora Matriz, Independencia 1001, esquina con Reforma, Centro.
Así lo dijo: "El público de televisión abierta es un conglomerado de voluntades que se pueden manipular para encajar los productos que hagan falta." Fernando Lobo.
Conózcalo:
Fernando Lobo nació en la Ciudad de México, en 1969. Cursó estudios de Letras hispánicas, pero se fastidió pronto. Fue reportero de nota roja, profesor de gramática, tipógrafo y promotor cultural. También se fastidió. En 2009 realizó la antología de jóvenes narradores oaxaqueños Después del derrumbe (Almadía). Está incluido en las dos ediciones deCartografía de la literatura oaxaqueña actual (Almadía, 2006 y 2012). Ha publicado los libros de narrativa Traslados / El expediente Baunman (1999), Después de nada (2002), Relato del suicida (Almadía, 2007), No lo tomes personal (2008),Contacto en Cabo (2009) y Latinas candentes 6 (Almadía, 2013); así como el ensayo Sentido común, simulación y paranoia (2013).

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