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Filas de horas en Oaxaca por sobredemanda de Guelaguetza

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Las prolongadas filas que los espectadores formaron ayer para entrar de manera gratuita a las dos presentaciones de la Guelaguetza del primer Lunes del Cerro confirmaron la sobredemanda que volvió a experimentar el espectáculo de música y baile.


El secretario de Turismo del Estado, Juan Carlos Rivera Castillo, reconoció que es imposible estimar cuánta gente quedó sin poder entrar al auditorio, a pesar de que por horas formó fila para acceder a la primera o a la segunda presentaciones.


“Hay un exceso de demanda, el auditorio tiene una capacidad por 11 mil personas y no pueden entrar más, es un asunto de seguridad, por lo que no podemos rebasar la capacidad”, dijo en entrevista.


Madrugar para entrar


Atraída por la fama que el homenaje racial ha alcanzado en el país, la familia de Ricarda Campos Luis viajó el sábado pasado de Puebla, pero llegaron tarde a buscar un lugar gratuito.


“Nos venimos a formar a las 8:00 de la mañana pensando que iba a ser fácil entrar”, reconoció su hija Norma sentada frente a una de las pantallas habilitadas afuera del auditorio para transmitir la Guelaguetza para quienes aguardaban afuera.


“Es algo impresionante”, repetía con asombro y resaltaba que nunca había hecho fila tanto tiempo y peor, con la incertidumbre de no saber si iban a entrar y con la preocupación de que, por su edad, la señora Ricarda no puede estar tanto tiempo de pie.


Para evitar quedarse fuera como el año pasado, tanto Oscar Martínez como Patricia Ávila llegaron a las 4:00 horas de ayer e ingresar a la sección C de manera gratuita y ver a la delegación de Pinotepa Nacional, de donde ambos son originarios.


Pudieron llegar antes, pero querían ver la presentación vespertina, porque no es lo mismo ver a sus paisanos en su municipio que en el máximo auditorio de Oaxaca.



La fila matutina subía por la calle Venus hacia la colonia La Cascada

Kilométrica serpiente humana


“Ya nos dijeron que sólo van a limpiar el auditorio y nos van a dejar entrar”, admitía con alegría Patricia, la primera de una fila que se medía por cientos de metros y para quien no importó estar de pie o bajo el sol.


“He venido tres años, el pasado no entramos porque nos confiamos y llegamos a las 8:00 de la mañana”, relató.


Ver los bailes de su región, “representa mucho”, así lo vean cada año porque “ver a todas las regiones reunidas es algo increíble”, opinó Oscar.


Las largas filas volverán a repetirse el próximo lunes, cuando nuevamente el espectáculo dancístico y étnico se repita en su octava.

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