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Cierre de lujo en la Guelaguetza 2017 de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

Una vez más el telón cayó sobre la rotonda de la azucena. La máxima fiesta de Oaxaca dijo hasta luego en medio de la noche interrumpida por los farolitos de celofán, los juegos artificiales y los toritos de papel.


La fiesta de hermanamiento fue un éxito hilado en pozahuantles, rebozo y refajo; envuelto en zapateado firme y en los brincos aligerados en huaraches. Enredado en listones y negras trenzas.


La Guelaguetza dijo hasta pronto dejando en los visitantes la satisfacción de haber viajado por las entrañas de Oaxaca en cada una de las delegaciones durante las fiestas de julio, las fiestas de los lunes del cerro.



Miles de personas cantaron y bailaron al ritmo de sones y chilenas. FOTO: Mario Jiménez

Con aroma a mezcal


Fue un encuentro con sabor a empanada de San Antonino Castillo Velasco, con aroma de Mezcal de Miahuatlán y a copal de San Pedro Huilotepec celebrando su boda tradicional.


Arriba del escenario un derroche de cultura, en las gradas, un torrencial de aplausos. Una fiesta de contrastes que lleva la solemnidad y seriedad de San Andrés Huaxpantepec, Región de la Mixteca; pero también la alegría explosiva del Jarabe Mixteco, de Huajuapam de León, el zapateado estruendoso de Pinotepa Nacional y los sones y chilenas de Santiago Jamiltepec.


Una fiesta entre leyendas y mitos de San Melchor Betaza danzando apacibles en la celebración de los 60 años de presentarse en la Guelaguetza.


Los sones y jarabes de las chinas revolotearon con elegante espectacularidad y las gallardas notas de la festividad de la santa cruz adorada por los pescadores de Unión Hidalgo.


A los cuatro vientos la lengua zapoteca y la mixteca, la que hipnotiza el alma y hace viajar hacia las tierras de encanto, retumbó vibrante.



Danzas alegres, dicharacheras, solemnes y mágicas. FOTO: Mario Jiménez

En la tarde festiva, tarde de misticismo, un violín y una guitarra, una chirimía e instrumentos de viento, flotaron acordes a cada una de las danzas


Danzas alegres, dicharacheras, solemnes y mágicas como la de los mixtecos de Jocotepec y el baile de la aguja en donde el atardecer sorprendió a las mujeres tejiendo en telar de cintura, cardando algodón y lana de borrego.


Danzas antiguas marcando el paso de la existencia de Santa Maria de Zacatepec y su carnaval tacuate. Danza de expresión mestiza en elegante y ágil brinco de los danzantes de la pluma de Cuilapam de Guerrero.



Un dulce beso cuya magia los hace flotar. FOTO: Mario Jiménez

Embellecido el momento, el camino fue marcado por flores de naranja en los sones mazatecos de Huahutla de Jiménez. Y luego el sombrero al viento en las notas de Huajuapan de León, dibujadas en el aire y en el suelo las notas de El Palomo y la Paloma.


Acompasó el alma chinanteca de San juan Bautista Tuxtepec mostrando el orgullo de ser oaxaqueño.


La Guelaguetza se despidió con la alegría de su gente. “Lunes del cerro, fiesta de compromiso y tradición de convivencia y encuentro que este año confirma que Oaxaca vive y disfruta al ritmo de su alegre música, entre leyendas y tradiciones”.



Así lucieron su belleza las mujeres oaxaqueñas. FOTO: Mario Jiménez

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