ASUNCIÓN NOCHIXTLÁN, Oax.- La siembra y producción de trigo en el Valle de Nochixtlán está en el ocaso ante el ritmo acelerado del cambio climático.
Por la creciente escasez de lluvia, la superficie sembrada y la cosecha se reducen año con año porque quienes se dedican a este cultivo carecen de sistema de riego y tecnificación.
Según un informe de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la superficie sembrada de este grano durante la década 1991-2000 –fundamentalmente en esta y más de una decena de municipalidades del Valle de Nochixtlán–, alcanzó las 16 mil 835 hectáreas, con una cosecha de 15 mil 622.05 toneladas.
Sin embargo, conforme al Registro Nacional Agropecuario de la propia Sagarpa, en Asunción Nochixtlán, el más importante de los 104 municipios dedicados al cultivo de trigo en el estado, apenas se sembró una extensión de mil 720.90 hectáreas, con una cosecha de mil 738 toneladas.
“Lamentablemente, el cambio climático nos alcanzó”, afirmó Miguel Ángel Avendaño Arenaza.
En la década de los 80, el trigo vivió su época de oro en el Valle de Nochixtlán porque la producción de una superficie no cuantificable alcanzaba hasta las 80 mil toneladas.
“Eran miles, miles de hectáreas que se cultivaban; la producción era demasiado buena, hasta que empezó a dejar de llover como sucedía normalmente y se vino el declive”, asentó.
Etapa de oro
Tal era la producción que los campesinos determinaron crear la Unión de Productores de Trigo de la Mixteca para crear un centro de acopio y comercializar directamente la producción con harineras de Puebla y Chiapas.
“Hubo una gran sinergia con las empresas porque se garantizaba el precio al productor; el trato era directo, sin intermediarios y coyotes, hasta que todo vino a menos por la falta del agua”, señaló.
Ante la escasez de la lluvia, los campesinos han decidido sembrar una menor superficie o en su caso, mejor dedicarse a otra actividad porque el trigo dejó de ser una opción productiva.
“Como ya no llueve como antes, la siembra es un poco más tarde, ya no en mayo o en junio sino en agosto, para agarrar más humedad en la tierra, pero también se arriesga uno a lluvias fuertes o a heladas, pero aún así se pierde la cosecha porque, cuando va bien la planta, deja de llover en el momento menos oportuno.”
Aunque cuando el grano alcanza su desarrollo, el rendimiento por hectárea no es tan alto por la de por sí deficiente calidad de las tierras del Valle de Nochixtlán y el alto costo de los insumos agrícolas.
"Ni gano, ni pierdo"
“En mi caso, sembré ocho hectáreas y quizá alcance una producción de tres toneladas; apenas recuperaré el grano para sembrar, alrededor de 125 kilos por hectárea. Saldré tablas, ni ganando ni perdiendo”, refirió.
Ante este panorama, el trigo ha dejado de ser un cultivo rentable en el Valle de Nochixtlán, corriendo la misma suerte que el maíz o el frijol, esencialmente por la falta de lluvias.
“Ya no es negocio el trigo; quien saca algo de producción termina uno vendiendo el kilo a cinco o seis pesos, o como a uno le quieran ya sea en el mercado de Nochixtlán o en el mercado de abasto de la ciudad de Oaxaca. Y si se dedica uno al maíz es peor todavía la situación porque este cultivo necesita más agua”, indicó.
Riego, la opción
Frente al cambio climático, la única solución para hacer nuevamente al Valle de Nochixtlán en el principal productor de trigo de Oaxaca es la introducción del riego y la tecnificación.
“Como ya no llueve, la alternativa real es sistemas de riego por aspersión y tecnificación, pero desafortunadamente para eso se necesita una gran inversión financiera. De los gobiernos federal y estatal, necesitamos esa ayuda porque nosotros carecemos de dinero para hacer esa inversión; de lo contrario, en 10 años seguramente desaparecerá el trigo en estas tierras porque el cambio climático irá aumentando”, terminó.
Reconversión agropecuaria
“La temperatura ya no es la misma; el cambio climático nos ha fregado mucho. Yo sembré trigo muchos años, más de 30 años, pero cuando empezó a dejar de llover, mejor me decidí a hacer otra cosa. Es que cuando está espigando la planta se va el agua y se pierde todo, por eso ahora me dedico a la cría de vacas para la producción de lácteos. El poco trigo que se da, se utiliza para el autoconsumo, para hacer la tortilla en casa o para la venta en el mercado a siete piezas por 10 pesos; pero como escasea el grano, la harina que se consume es la que llega en tráileres en los comercios”: Ángel Castellanos Silva, ex productor de trigo.
Trigo, tradición y sustento
El trigo es muy importante para la dieta alimentaría del mundial. Es uno de los principales granos para la alimentación, junto con el maíz y el arroz, en muchos países del mundo.
La sequía acabó también con cientos de hectáreas de maíz.
Después del maíz, el trigo es el segundo grano más importante para la dieta alimentaría del pueblo mexicano. Con el se elaboran varios productos de consumo masivo, como panes, tortillas, pastas, galletas, atoles, papillas, obleas y pasteles.
Condiciones óptimas
El trigo crece entre una temperatura mínima de tres grados centígrados y una máxima de 30 a 33 grados centígrados. Además, necesita de una humedad relativa de entre el 40 y el 70 por ciento, aunque desde el espigamiento hasta la cosecha, tiene mayores requerimientos del líquido.
TRIGO MIXTECO
Asunción Nochixtlán es el principal productor de trigo en el estado, en 2015
1,720 hectáreas cultivadas
1 millón 738 mil toneladas cosechadas
1.01 toneladas, rendimiento por hectáreas
7 millones 985 mil pesos, valor cosecha municipal
Fuente: Sagarpa
Trigo, subibaja
La producción de trigo (toneladas) en Nochixtlán muestra un claro desbalance por años; el cultivo está a expensas del temporal:
- 1,215 toneladas en 2010
- 1,744 toneladas en 2011
- 1,742 toneladas en 2012
- 1,186 toneladas en 2013
- 1,799 toneladas en 2014
- 1,738 toneladas en 2015
Fuente: Sagarpa
