El zócalo de la ciudad ya no es el mismo, perdió su brillo y esplendor. Las manifestaciones de todo tipo, los plantones y los campamentos lo han convertido en el centro donde converge basura, olores fétidos y la zona donde gobiernos administran los problemas.
La plancha de la Plaza de la Constitución sirve de refugio de desplazados, dormitorio de indigentes y hasta de guarida de delincuentes. Las jardineras en lugar de albergar flores de temporada, contiene casas de campaña,sanitarios, y tendederos de ropa.
"Todo es culpa de esos políticos que no saben cómo resolver las cosas; desde que el gobernador egresó a despachar a Palacio se jodió la cosa. Nuestro zócalo dejó de existir", lanza Guillermo Suárez, un ciudadano que se abre espacio entre lonas que, desde esta semana, invaden de extremo a extremo los espacios libres de la plaza pública.
Pasar por el corazón de la ciudad y calles aledañas implica poner tu agilidad al 100% para evadir la una serie de obstáculos, el que no anda a las vivas seguro se enreda con un mecate o pisa la mercancía de los ambulantes.
Una postal de la basura
El turismo lejos de fotografiar un zócalo limpio y ordenado, lo que se lleva de recuerdo es impresiones de una plaza invadida de protestas.
Además el olfato no puede evatir la mezcla de olores de todo tipo que convergen en un solo: caño, comida, orines. ¡Ah como apesta aquí!, dice una señora que apresura el paso tapando la nariz, para contener la respiración por algunos segundos.
La imagen visual es mucho más drástica, el zócalo parase un gran mercado público, donde transitar ya no es agradable, ni si siquiera para pasar un rato.
"Yo me acuerdo que veníamos por las tardes a dar un paseo a sentarnos un rato en las banquetas; ahora, qué de va a poder, ni ganas da de venir a ver porque te encuentras a puro pinche webón que no le gusta trabajar, pero sí venir a chingar".
El corazón de la capital, el Zócalo, es uno de los puntos más relevantes por su historia y arquitectura; no por nada es considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura colonial, un atributo que poco o nada importa a quienes se plantan en este espacio y lo ensucian.
La Plaza de la Constitución de Oaxaca hace parte de los edificios y monumentos que conforman la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, hoy en riesgo de perderse por la inconsciencia de unos cuantos.
La imagen de un bello zócalo se perdió a consecuencia de las diversas manifestaciones que la invaden
El Antiguo Palacio de Gobierno, construido en 1832, en su corredor principal sirve, desde hace casi tres años, como albergue de desplazados de la región Triqui, un conflicto que ha rebasado al gobierno, ya que no han podido liberar el espacio, mucho menos llegar a cuerdos los manifestantes.
Ya no aguantamos: comerciantes
Don Ernesto, solo encoge los hombres, enrojece de enojo y desesperación. ¡Estamos de la chingada, esto va de mal empeor, no vendemos casi nada y ahora menos. A la gente ya no le gusta cuando hay plantón de maestros porque no hay donde estacionarse, las calles están cerradas y para colmo no hay mucho dinero".
El hombre que se dedica a vender regalos para todo tipo de ocasión no ve llegar el fin de año, "al gobierno le vale lo que nosotros padecemos, finalmente no está aquí enfrentando lo que nosotros".
Estos no respetan ni a su abuela, mira que venir a fregar de esta manera, a ni la amuelan, jodidos ellos y jodidos nosotros, a dónde iremos a parar, espeta don Ernesto que se rasca la nuca y mira fijamente las lonas que colgaron profesores en zócalo capitalino.
