En Oaxaca únicamente existen once rastros y sólo uno es Tipo Inspección Federal (TIF).
Fuera de éstos, la matanza de animales para consumo humano ocurre principalmente en casas o traspatios.
De acuerdo con el representante en Oaxaca del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, Anuar García López, la falta de rastros municipales es preocupante y refleja el desinterés de las autoridades municipales por prevenir problemas sanitarios.
No todas las regiones del estado destacan por su potencial ganadero y es en la Cuenca, la Costa y el Istmo las que sí lo tienen, pero donde se encuentra la mayor infraestructura es en ésta última, ya que ahí se localizan la mitad de los 10 rastros con injerencia de autoridades federales.
Salvo del rastro de Huajuapan, que lo administra directamente el ayuntamiento, García López sabe que de los 10 rastros en Oaxaca sale el 30 por ciento de carne que se comercializa en Oaxaca.
Se estima que el consumo per cápita -número de kilogramos por persona al año- alcanza los 24 kilos en el caso de bovinos y 20 si se refiere a porcinos.
¿Dónde se vende más carne?
Son los municipios de Tuxtepec y Oaxaca los que mas aportan a ese consumo.
De acuerdo con el responsable sanitario del rastro de Oaxaca de Juárez, Álvaro Lezama Jiménez, al día ahí se generan 20 toneladas de carne de res y 19 de cerdo, lo que permite abastecer 250 carnicerias del Valle de Oaxaca.
Ello implica sacrificar a diario 225 porcinos que provienen del estado vecino de Puebla y 45 reses que se engordan en Puebla, pero se recibe ganado de Chiapas, Querétaro y de las regiones del Istmo y Tuxtepec.
Si en los Valles Centrales no existen ganaderos "debe ser por la falta de apoyos para sembrar y producir el alimento para los animales y que no haya realmente un apoyo técnico de Sagarpa para los productores en los Valles Centrales", consideró.
