A 20 metros de una espectacular edificación, cuya construcción tuvo un costo estratosférico y que promete impulsar la economía oaxaqueña; a unos pasos de todo el glamour del Centro Cultural y de Convenciones, ahí está el río San Luis, que se ha convertido en un afluente lleno de basura, de maleza y de aguas negras.
El río marca la frontera de las colonias Víctor Bravo Ahuja y Guelatao; de un lado y del otro, el mal olor es intenso. El agua no fluye, la hierba que ha crecido por todos los frentes la detiene y lo convierte en el laboratorio perfecto para el cultivo de enfermedades; y los vecinos lo saben, reconocen que se encuentran en un riesgo sanitario.
Viviendo entre aguas negras
Jairo Ruiz, vecino de este lugar, afirma que ya están cansados de que el río siempre esté sucio; "ya tenemos varios años con el problema de la contaminación, se supone que este es un arroyo de agua pluvial y en épocas de lluvia se nos viene el agua del drenaje que se conecta en el columpio".
Toda la temporada de lluvias, los vecinos tienen que soportar los olores, que no es sano, pero "llegamos a acostumbrarnos".
La hierba es también un lugar perfecto para el desarrollo de culebras ratoneras y todo tipo de insectos que pueden llegar a poner en riesgo la integridad de los vecinos, sobre todo de los niños, sentencian.
Agua y desechos, peligrosa combinación. FOTO: Miguel Maya
Puras promesas
"Yo llevo 45 años viviendo aquí, en la calle San Luis Potosí, cuando el río era un pequeño riachuelo; con el tiempo lo empezaron a agrandar, el gobierno construyó algunos muros y comenzaron a verter agua de todo el norte de la ciudad. Ahora, cuando llueve, se desborda", señala Jorge, otro vecino, quien tiene su casa a escasos dos metros del afluente.
Debido a la presencia de maleza, toda la basura y los escombros son retenidos, provocando que el agua se estanque. "Si no fuera por las personas que necesitan alimento para sus animales y cortan la hierba, el problema sería mayor".
Piden que las autoridades volteen a verlos y que los apoyen, pues aseguran que siempre que hay elecciones todos llegan y prometen, pero cuando se trata de actuar, nada más nada.
Han ido con los responsables de la colonia y con los presidentes municipales que han pasado, pero ninguno les hace caso, aseguran.
"En la parte de arriba del río hay una alcantarilla que cuando se desborda, toda la mierda nos echan para acá", destaca Jorge.
Los vecinos muestran su preocupación por las pestilentes aguas del río San Luis. FOTO: Miguel Maya
Enfermedades, las consecuencias
Gran parte de las veces que se enferman, es debido a la situación del río; "hemos tenido problemas estomacales, pero nuestro principal conflicto son los zancudos; los funcionarios dicen que no se reproducen en este tipo de agua y no es cierto, nosotros vemos lo abundantes que son, sobre todo por la hierba, pero como ellos no viven aquí", explica Jairo.
Los mosquitos llevan a enfermedades graves, como el zika y chinkungunya, "ha habido casos, hemos solicitado la camioneta para que fumiguen, pero no la han mandado".
Y es que a simple vista se nota que el agua viene mezclada con aceite y excremento, por lo que los encargados de las revisiones presumen que no puede existir la vida en esas aguas; sin embargo, los colonos destacan que la maleza provoca que los moscos se reproduzcan.
Y para colmo...
Por medio de un cartel, vecinos de la colonia Víctor Bravo Ahuja, demandaron que se cerrara una alcantarilla, que la Secretaría de las Infraestructuras (Sinfra) no cerró, como parte de las obras del Centro de Convenciones, por lo que por medio de un tequio presionaron para que lo arreglaran.
"Esta calle la habían dejado abandonada por las obras del Centro de Convenciones y ayer buscamos la manera de presionar y al parecer funcionó", señaló Jairo.
En el cartel que colocaron en la alcantarilla se podía leer el letrero: "gracias al municipio y a Sinfra, niños de la primaria Bravo Ahuja, del kinder Gabilondo Soler y de la telesecundaria, pueden caer a estas ollas que dejaron abiertas".
Éste es el cartel que colocaron los vecinos en la calle San Luis Potosí.
Se echan la bolita
En la avenida Lázaro Cárdenas esquina con San Luis Potosí se sigue inundando, y Sinfra afirma que le corresponde al municipio de Santa Lucía arreglarlo y el municipio que Sinfra, un cuento de nunca acabar.
"El sábado que llovió se inundó toda la avenida y le entró agua a la capilla y a algunas casas, pero ya no sabemos a quién recurrir", afirma Fernando Raymundo, vecino de la zona.
El malestar de las colonias que rodean el Centro de Convenciones es general, pues afirman que Sinfra no ha cumplido con lo que prometió y algunas obras se encuentran suspendidas o se hicieron mal.
