Armando relata que al comienzo de la pandemia por la COVID-19, su familia quería mantenerse en confinamiento, pero debían salir a comprar despensa y otras cosas, y al igual que ella, varias familias oaxaqueñas estaban en la misma situación, por lo que decidió ofrecerse para hacer esas actividades.
Señala que al ser taxista sería más fácil para él realizar estos servicios de mensajería y también continuar con su oficio, pues la demanda de los traslados había disminuido por el confinamiento.
“Publiqué en mi página de Facebook que ofrecía mis servicios para ir a comprar la despensa, hacer pagos de los recibos de luz o agua, entre otras actividades que impliquen salir y así fuí haciéndome de clientes”, menciona.
El prejuicio de los usuarios
El ruletero admite que al comienzo de este nuevo servicio, las personas que vieron la publicación no lo tomaron de buena manera, ya que existen prejuicios sobre los taxistas.
“La mayoría desconfiaba por la fama que han creado los taxistas que somos violentos o tenemos una mala actitud, pero poco a poco la gente comenzó a confiar en mí”, señala.
Afirma que algunas personas lo llamaban para hacer pagos, pero no le daban el dinero previamente, por lo que era un riesgo para él en caso de que pagara el recibo, pero el usuario no lo hiciera.
Asimismo, Armando subraya que al haber aumento de servicios debido a la seguridad y confianza que inspira, le ha solicitado a otros taxistas si pueden cumplir con los encargos, pero también son personas de confianza.
“Debemos ofrecer un buen servicio, seguridad, confianza y así, tanto conservamos a los clientes, como nuestro empleo; eso debemos entender todos los que trabajamos en este oficio”, subraya.
Gracias a su dedicación y compromiso, Armando se fue ganando la confianza de sus clientes, que hasta le han dado grandes cantidades de dinero para depositarlas en el banco o lo recomiendan con más personas.
Crecen los clientes y servicios
El taxista relata que creó un grupo de Whatsapp en el que las personas solicitan los servicios de traslado y mensajería que ya cuenta con más de 200 personas que han confiado en él.
Por ello, destaca que en los ocho meses que lleva trabajando, ha realizado más de 150 servicios en su mayoría de mensajería, recoger ropa, depósitos bancarios y para comprar la despensa de los clientes, cuyos productos sanitiza al recibir y al entregar a su destinatario.
“Debo cuidar mi salud, la de mi familia y mis clientes, por eso siempre llevo un sanitizante conmigo para limpiar los productos y también mi vehículo, porque reitero, es importante la seguridad y confianza en este trabajo”, subraya.
Afirma que diariamente hace tres servicios de mensajería y son 12 clientes que lo llaman todos los días para que les ayude con sus actividades, lo cual agradece, sobre todo durante esta temporada difícil para los taxistas.
“Cuando comenzó la pandemia, después de las 6 de la tarde, la ciudad parecía un pueblo fantasma y por ello, muchos taxistas dejaron de trabajar o cubrían doble horario para poder tener un ingreso; por eso no dudé en hacer este servicio extra”, expone.
Destaca que actualmente son los fines de semana cuando tiene más viajes como taxista, mientras que entre semana se dedica más a hacer servicios de mensajería, pero también en la quincena es cuando también son buenos días para trabajar.
Armando resalta que a pesar de que los taxistas sean señalados por sus malas actitudes, él ha tratado de hacer la diferencia para que las personas confíen en los choferes, pero también en los servicios que pueden ofrecer.
