Oaxaca.- Hace dos semanas, un joven de 14 años fue asesinado con arma blanca, en la calle Primera de Mayo de la colonia Santa Anita, perteneciente a la agencia municipal de San Juan Chapultepec. En sus funerales, la familia gritaba "justicia", aseguran, porque tienen la certeza de conocer a la perfección a los asesinos.
Los vecinos aseguran que fueron los integrantes y quienes lideran el llamado Barrio 18. Este crimen pasó inadvertido: él era parte de estos grupos señalados de ser los responsables de diversos delitos; pero recientemente se había convertido a una religión cristiana y trataba de alejarse. Posiblemente fue una de las razones, dicen, por las que fue asesinado.
"Viviendo" con el enemigo
Aquí, nadie da su nombre. Los delincuentes son prácticamente sus vecinos y no quieren exponerse, porque varios han sufrido amenazas. Esta zona, localizada al sur del centro de la ciudad de Oaxaca, son cotidianos los asaltos, el robo a transeúntes, los robos a casas habitación, el narcomenudeo y “el desorden público”.
“Toman, se drogan en la vía pública, ya son faltas graves que dañan a las futuras generaciones, el escándalo en la vía pública, disparos de armas de fuego, orinan en la vía pública frente a señoras y niños”.
Las calles de Santa Anita son angostas y con grandes pendientes; escapar de los delicuentes, afirman, se vuelve algo difícil.
Hasta hace unos meses, los policías municipales no se atrevían a entrar. En algunas ocasiones fueron recibidos a balazos y a pedradas; aunque ahora realizan rondines, estos terminan a las 11 de la noche y después, no atienden ninguna llamada de auxilio. “Cuando lo hacen, vienen una hora y media después y argumentan que tienen mucho trabajo”, agregan.
Autoridades los protegen
Pero para los pobladores, las autoridades municipales son omisos: los tendajones y tiendas funcionan como cantinas y fomentan el relajo.
“El agente municipal no hace su trabajo, no pone orden, horarios, para que a determinadas horas dejen de vender cerveza. No hay horarios, bajan los cholos y le están tocando la puerta a la abuelita y a las tres de la mañana les está vendiendo”.
Los vecinos aseguran que los funcionarios municipales cobijan a los delincuentes por sus intereses en mantener el control político y económico. Como la pavimentación de la calle Artículo 123, en la que supuestamente dos políticos son socios.
La delincuencia en esta zona de la ciudad de Oaxaca llegó a ser intolerable, insoportable. Poco a poco, los vecinos han empezado a organizarse para implementar acciones que garanticen su seguridad, aún sin el respaldo de las autoridades municipales.
“Me tocó ver cómo picaban a la gente, a mujeres, por eso hemos dicho que ya basta”, apunta uno de los vecinos.
Calles de terror
"Caminar era imposible, los taxistas se negaban a prestar el servicio porque continuamente eran asaltados, los repartidores de pizzas fueron asaltados, les robaban el producto, el dinero que llevaban, el casco, y algunos fueron picados con navajas", agrega.
Además, era costumbre “ver manchas de sangre en las calles, donde iba alguien prácticamente agonizando. Las clínicas Santa Anita y Juquila es donde llegan los heridos del sector. Ahorita el sector más complicado es Santa Anita parte alta, porque ahí está la guarida, ahí viven los que delinquen y los familiares de estos jóvenes”, añaden.
Los principales delincuentes, afirman, son quienes lideran el Barrio 18. Los habitantes los identifican por sus apodos: el Cuca, el Choco, el Farys, el Flauta y el Letras, quienes habitan en la parte alta de Santa Anita.
Funcionarios coludidos
Los cuatro son supuestamente protegidos por funcionarios municipales y dirigentes ligados al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Entre ellos están Marina Fructuosa, líder priista en una de las colonias; Benjamín Calvo, ex agente municipal de San Juan Chapultepec y que actualmente ocupa una dirección en Desarrollo Humano en el ayuntamiento capitalino; su hermano Ignacio Calvo, quien es presidente del Comvite de Santa Anita en la parte media; Norberto Anaya, agente municipal actual y ha ocupado el cargo en dos ocasiones; y Antonio Reyes, secretario de Desarrollo Humano Municipal.
“Ahora hasta forman organizaciones políticas como Los Reyes Santaneros que hicieron la comparsa y que son apoyados por servidores públicos como Benjamín Calvo, Norberto Ayala, su hermano Nacho Calvo, quien es el presidente del Convite parte media.
“Como hay para playeras, para bandas musicales que cobran más de 20 mil pesos, para dar tequios, aunque no haya para luminarias, que no haya para cosas más importantes; esa situación estamos viviendo nosotros”.
De cholos a policías
Algunos de los “cholos” se convirtieron en policías municipales y han servido para alertar a los delincuentes, cuando se implementa un operativo o se hacen llamadas de auxilio. Cuando llegan los integrantes de la corporación policíaca, ya no hay nadie.
En la imagen: el Letras, el Choco, el Farys y el Cuca, quienes lideran el Barrio 18 y a quienes señalan de encabezar la delincuencia
Los vecinos insisten en que son protegidos por autoridades municipales, porque también hay muchos intereses económicos. En las obras municipales, aseguran, también están involucrados Benjamín Calvo y Norberto Anaya, quienes se asocian para llevar a cabo pavimentaciones o mejoras a la red de agua potable y drenaje.
Lo que dice la gente:
“A Fraguas no sólo le vamos a pedir seguridad, le vamos a pedir la modernización de las luminarias”.
“A estas horas del día (12:00 horas), el olor a mariguana ya estaba en todas las calles, a una chica la quisieron violar”.
“La inseguridad no se genera por incapacidad, sino por corrupción”.
“Hay cholos que son policías, ellos les avisan cuando vienen los operativos; por eso nunca arrestan a nadie”.
Percepción sobre seguridad pública en Oaxaca de Juárez (a marzo de 2016):
68.6% de la población de 18 años y más consideran que vivir actualmente en la ciudad es inseguro.
Fuente: Inegi
