Doña Emma Jiménez, diariamente vende 10 tipos productos de belleza. Para ella, le es fácil trabajar en la calle de Pino Suárez; sin embargo, este martes, debido al bloqueo que mantuvo la Sección 22, no pudo vender nada, lo que representó un día perdido.
Por segundo día consecutivo la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) bloqueó las calles de la capital para exigir el cumplimiento de los puntos de su pliego petitorio, por lo que nuevamente los más afectados fueron estudiantes, automovilistas, madres de familia y trabajadores.
“Si no hay paso no llegan clientes ni los contactos que estamos esperando. Sí molesta que estén bloqueando y es que los maestros ya están acostumbrados al paternalismo, a que les dé solución el gobierno; ya no quieren hacer nada”, lamentó doña Emma.
Circular es difícil
Don Martín Hernández suele ir en bicicleta a su trabajo y comenta que es difícil transitar por la falta de ciclovías y las que hay no se respetan; sin embargo, el día de bloqueos, transitar es mucho más complicado.
“Por tratar de cruzar, los coches se atraviesan y al no poder pasar, se quedan así por mucho tiempo e impiden que los ciclistas podamos circular y en las esquinas el uno por uno se olvida, pues pasa el que se pone listo”, relata.
Este martes llegó tarde a su trabajo en San Felipe, pues estuvo buscando una calle alterna y segura para poder circular, lo que le hizo perder tiempo en su trayecto desde la colonia del Maestro.
Héctor, estudiante de la Escuela Secundaria Federal 1, ubicada en San Felipe del Agua, tuvo que caminar desde ahí hasta su casa en la agencia de Cinco Señores, pues no debía llegar tarde y con el tráfico iba a ser imposible.
“Ya llevaba 15 minutos en el autobús atorado y mejor decidí caminar a mi casa”, relató mientras sudada por los fuertes rayos del sol y por el esfuerzo de cargar su pesada mochila.
Por su parte Nadir López, quien es automovilista, señala que es molesto estar en el tráfico por un bloqueo, porque “en esta ocasión el calor hace que te desesperes, luego la gente se pone loca y se mete por todas partes y ya no sabes qué ruta tomar para llegar a tiempo”.
Agrega que la gasolina que gasta durante los bloqueos es más que la de un día común, y que en su trabajo la sancionan si llega tarde, provocando un gasto no considerado.
Caseta sin seguro
Nadir comenta que en múltiples ocasiones ha tenido que pagar una cuota a las personas que bloquean en la caseta de Huitzo a quienes cuestiona de quién cubriría los gastos en caso de un accidente.
“Una vez estaba unos chavitos como de 18 años y les pregunté que qué pasaría si les pago y me accidento y sólo me contestaron ‘tranquila, no le pasará nada’, es una locura que hagan esto”, señala.
Algunos de los ciudadanos afectados señalaron que esas acciones de los maestros son un mal ejemplo para los niños, quienes en un futuro reaccionarán de la misma forma, por lo que en vez de buscar una solución por ellos mismos, exigirán que la busque alguien más.
Otros mencionaron que para qué quejarse, "si ni así va a cambiar la situación o van a dejar de bloquear".
