El uso de azoteas como restaurantes es cada vez más común en el Centro Histórico; no obstante, éstas no están reguladas, poniendo en riesgo la integridad de sus visitantes y al inmueble.
Pavel López Gómez, regidor de Centro Histórico del municipio capitalino, abundó que se desconoce la capacidad que actualmente tienen estos establecimientos, dónde y cómo fueron instalados. Además de si se encuentran en edificios catalogados o “que de manera arquitectónica presenten un proyecto que no ponga en riesgo ni al inmueble ni la vida de las personas".
López Gómez reconoció que muchos de los restaurantes del Centro Histórico están adaptando las azoteas de los inmuebles como terrazas; no obstante, todos éstos carecen de permisos.
Admitió que es un servicio que le da un extra a la economía de los dueños de los restaurantes y bares, por lo que es necesario regularlas antes de que “ocurra una catástrofe”.
El regidor señaló que junto con la Comisión del Centro Histórico están trabajando en un “Plan Parcial del Centro Histórico” en el que se contempla regular todas las azoteas que están siendo utilizadas como terrazas para que no ponga en riesgo a los locales y turistas.
Declaró que con el plan se espera poner en orden en el sentido arquitectónico y estimó que para el siguiente mes ya esté listo.
Falta actuar
López Gómez señaló que a pesar de que existe un reglamento en el que se menciona cuál es el volumen permitido en los comercios del Centro Histórico, sobre todo en el Andador Turístico, éste no se respeta, por lo que falta que el municipio actúe para hacer valer el reglamento.
Mencionó que la Comisión del Centro Histórico tiene una propuesta alternativa para evitar la contaminación auditiva que hay en esta zona de la capital, la cual se podría presentar en los próximos días.
