SAN JUAN BAUTISTA LA RAYA, Santa Cruz Xoxocotlán.- A 14 días de que cumpla nueve años de inauguración, la llamada megaplanta de tratamiento de aguas residuales construida en esta agencia municipal, con una inversión de 139 millones de pesos, es un fracaso.
"Lo único que salimos ganando los habitantes de mi comunidad con esa planta, es una terrible fetidez y dolor de cabeza", expone Eladio Cruz Santos, quien de día es campesino y en la tarde y parte de la noche despacha como agente municipal.
"Tengo que trabajar porque en mi pueblo los cargos de elección popular no son remunerados", aclara.
Pérdida millonaria
Aquí se mezclan las dos corrientes: las provenientes del cárcamo y las aguas negras descargadas río arriba. FOTO: Emilio Morales Pacheco
La irregular operación de la planta procesadora, representa anualmente muchos millones de pesos, recursos públicos que se pierden en el río, porque el poco volumen de agua tratada que sale del cárcamo, al no tener un uso productivo, es vertida al lecho del Atoyac, donde se mezcla con las aguas negras descargadas río arriba.
Así, no tiene caso financiar la operación irregular de la planta de aguas residuales. La inversión en pago de salarios y consumo de energía eléctrica, no se justifica, expone Cruz Santos.
Las filtraciones de agua negra que corren a cielo abierto en el río Atoyac, alcanzaron varios pozos artesianos, hecho que se traduce en un problema de salud pública, expone de su lado Christian López Cuevas, entrevistado en una parcela que comparte con Francisco Javier Mejía. Ambos impulsan el cultivo de tomate.
Estamos ante un doble problema: la contaminación del acuífero y su reducción por un nuevo año de sequía, agrega el también estudiante del sexto semestre de Agronomía en el Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca.
A su vez, el campesino Arnulfo Martínez reconoce que la contaminación alcanzó varios pozos artesianos. Hay filtraciones porque el terreno es arenoso. Por ello, sólo usamos el agua para labores agrícolas, no para beber, aclara.
Eladio Cruz Santos hace notar que el colmo de San Juan Bautista La Raya, es tener en su jurisdicción una planta para tratar las aguas negras de Oaxaca de Juárez y de doce municipios más, y no poderse conectar a la misma. La planta fue construida en una parte alta y para enviar nuestras aguas negras tendríamos que bombearlas.
Se ampara Ánimas Trujano
La contaminación alcanzó los cuerpos de agua. FOTO: Emilio Morales
Nuestras aguas negras desembocan en el Atoyac, porque carecemos de una planta para tratar las aguas negras y grises de la comunidad.
La Raya obtuvo la autorización para la construcción de su planta de tratamiento de aguas residuales, pero el proyecto fue suspendido porque los ejidatarios de Ánimas Trujano lo atacaron con un amparo, expone a NOTICIAS.
Y es que una parte de la superficie San Juan Bautista La Raya, incluida la planta de aguas residuales, es parte del ejido de Ánimas Trujano, precisó el agente municipal. Somos parte del Ejido de Ánimas Trujano, pero estamos separados administrativamente desde 1947.
Admite que la cercanía con las aguas negras que corren en el Atoyac, alteraron la salud de los pobladores. Todavía en el año 1975 bebíamos el agua de nuestros pozos artesianos.
La calidad del agua aún era buena y también la consumían nuestros animales de corral. Hoy, las vacas, burros y chivos evaden el contacto con el liquido porque el agua está contaminada.
El agente municipal calculó que al menos 50 pozos artesianos, los más próximos al río Atoyac, ya no son aptos para extracción de agua. Sus niveles de contaminación por aguas negras, son muy altos.
Antecedentes
El cárcamo, desde la orilla del Atoyac. FOTO: Emilio Morales Pacheco
La construcción de la planta tratadora de aguas residuales inició en el año 2005 y fue inaugurada el 25 de marzo de 2008 por el expresidente de México, Felipe Calderón, en la administración de Ulises Ruiz. Fue diseñada para tratar 600 litros de aguas negras por segundo.
En el discurso de inauguración se destacó que, con la operación de la planta se beneficiarían a 450 mil habitantes de la ciudad de Oaxaca, con la eventual interconexión de sus descargas municipales, a los siguientes municipios conurbados: Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino, San Jacinto Amilpas, Santa Cruz Amilpas, San Antonio de la Cal, San Agustín Yatareni, San Agustín de las Juntas, Ánimas Trujano, San Sebastián Tutla, Santa María Atzompa, San Pablo Etla, San Andrés Huayápam.
Proyectos en papel
Advierten un año difícil por sequía. FOTO: Emilio Morales Pacheco
La planta, proyectada y construida por la empresa Equipos Mecánicos y Electromecánicos (Grupo Emesa), tenía como finalidad colectar y tratar las aguas residuales generadas por la población de la ciudad de Oaxaca y zona conurbada.
De acuerdo con el proyecto original, una parte del agua tratada, producto de la planta, se descargaría en el cauce del río Atoyac, para recargar el manto acuífero y la recuperación del entorno ecológico. El proyecto buscaba beneficiar a las poblaciones ubicadas aguas abajo del afluente.
Otra parte sería utilizada para el riego de parques y jardines de la ciudad, previéndose también su uso en la actividad agrícola, mediante la habilitación de dos Unidades de Riego en inmediaciones de San Juan Bautista La Raya.
Conforme a la normatividad aplicable, el agua tratada se podrá utilizar en el riego de especies agrícolas, cuyo fruto no tiene contacto directo con el agua, como son: maíz, frutales, forrajes y flores.
Los lodos, producto de la planta de tratamiento, iban a ser usados como materia prima para la elaboración de abono orgánico.
A 14 días de que se cumplan nueve años de la inauguración de la planta de aguas residuales, no hay nada de esos proyectos complementarios. Se quedaron en el papel.
PLANTA DE TRATAMIENTO
Inauguración: marzo 25 de 2008
Costo: 139 millones de pesos
Capacidad de tratamiento proyectada: 600 litros de agua por segundo
Superficie: 3.5 hectáreas
Costo: 139 millones de pesos
