CIUDAD DE MÉXICO.- La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Chiapas se salió con la suya.
El magisterio disidente en esa entidad logró la reactivación de dos cuentas bancarias sobre las que el Gobierno federal sospechaba desvío de recursos.
Recuperar el manejo de esas cuentas --que habían sido congeladas por autoridades federales desde mayo-- fue una de las condiciones que puso la Sección 7 de la CNTE en Chiapas para regresar a clases, lo que ocurrió esta semana.
Las cuentas funcionan como cajas de ahorro de los profesores de la Coordinadora, y en una de ellas se depositaban los recursos del denominado Fondo de Ahorro y Beneficio Social (Fabes).
De acuerdo con miembros del magisterio disidente en Chiapas, cada cuenta maneja un saldo promedio de 800 millones de pesos, y tiene como beneficiarios a por lo menos 50 mil profesores con más de un año de servicio docente.
El esquema de caja de ahorro funciona a través de un descuento quincenal de 84 pesos a los profesores beneficiarios, quienes pueden solicitar préstamos con un interés del 1.5 por ciento.
José Luis Escobar, integrante del Comité Ejecutivo Seccional de la Sección 7, describió que una cuenta estaba abierta desde hace 15 años y la destinada al Fabes desde hace 5 años.
En su opinión, el Gobierno federal consideró que el movimiento financiaba con esas cuentas la huelga magisterial que estalló el 15 de mayo, lo cual no pudieron acreditar.
El vocero sostuvo que, además del descongelamiento de esas cuentas, acordaron con el Gobierno federal la entrega de una partida de 150 millones de pesos para infraestructura educativa en Chiapas y dotar de calzado, útiles escolares y desayunos a estudiantes.
