SALINA CRUZ, Oaxaca.- Luego de que la autoridad municipal decretara el cierre del mercado Ignacio Zaragoza, comerciantes apoyados por sus similares fijos y semifijos se organizaron y forzaron los candados para permitir el acceso al centro de abasto.
La víspera, el edil Juan Carlos Atecas confirmó el cierre del espacio para realizar labores de limpieza; sin embargo, la mañana de este miércoles, comerciantes y locatarios decidieron romper las cerraduras ante la presencia de un notario público para que diera fe de los hechos.
Luego de un breve diálogo con los policías municipales que resguardaban el inmueble -para hacer cumplir la orden municipal-, expusieron que desde temprana hora, varios de ellos tenían su mercancía dispuesta para su venta en sus vehículos, por lo que se vieron en la necesidad de implementar esta acción ante la evasiva de la autoridad de escucharlos en audiencia pública.
Exhibieron ante los presentes un escrito presentado ante la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), pidiendo se informe y decrete “medida cautelar” ante las presuntas violaciones a sus derechos humanos y añaden el cuadro de semaforización emitido por la Secretaría de Salud Federal, donde específica las actividades a realizar en amarillo.
Oswaldo Castillo Antonio, uno de los líderes de este mercado, sostuvo que en semáforo amarillo se pueden realizar actividades con aforo en espacios abiertos y cerrados con restricciones, por lo cual esta medida que está implementando la autoridad municipal, dijo, es lesiva y autoritaria.
La notificación del cierre del recinto les fue hecha llegar a destiempo, manifestaron varios de ellos; a algunos, a eso de la mañana o en la tarde del día martes les hicieron llegar el aviso, como si no fueran capaces de hacerlo en tiempo y forma, acusaron hombres y mujeres que participaron en este acto.
Cabe mencionar que en el aviso que extendió la autoridad local, está manifiesta que el primer cuadro comprende desde las calles Tuxpan, Frontera, Manzanillo, Progreso, Guaymas, Mazatlán, Acapulco y Coatzacoalcos y las avenidas Tampico, Manuel Ávila Camacho, 5 de Mayo, y Puerto Ángel, por lo que todos estos comerciantes ubicados en esa área, deberían también cerrar sus negocios.
Una de las mujeres relató que hay un amparo interpuesto ante el juzgado de Distrito, el cual decretó la suspensión del acto reclamado que consta en la sesión de cabildo del 14 de agosto, en la que señalan la necesidad de cerrar el mercado Ignacio Zaragoza para contener la ola de contagios por COVID-19.
Con ello, toda intención de parte del Ayuntamiento es improcedente, aseguró la joven mujer; el juez de Distrito decretó la audiencia dentro de 15 días donde el gobierno municipal debe informar lo procedente y en ese sentido, dicha autoridad resolverá si concede o no de manera definitiva si ampara y protege a los promoventes.
Los comerciantes insistieron en que si se van a adoptar estas medidas, que se apliquen por igual a los grandes centros comerciales como Walmart, Bodega Aurrera y la Sevidiana, entre otros comercios a los que no han obligado a cerrar, a pesar de que en esos lugares también se da la aglomeración de usuarios.
Luego del rompimiento de los candados, poco más de 30 de los comerciantes se instalaron para proceder a la venta de su mercancía y comida en las tres naves del citado mercado.
Comerciantes del exterior acatan orden municipal
Comerciantes fijos y semifijos establecidos en las cercanías del mercado Ignacio Zaragoza, decidieron cerrar sus locales este miércoles, tras el anuncio de la autoridad municipal. Decenas de comerciantes que operan en las inmediaciones del mercado central cerraron sus locales ante la posibilidad de que la autoridad municipal los sancionara con una multa, de no acatar lo dispuesto con anterioridad en sesión de cabildo.
Hubo locales desde las calles Progreso, Guaymas, Mazatlán y en las avenidas Puerto Ángel, 5 de Mayo, Manuel Ávila Camacho y Tampico que prefirieron mantener cerrados sus locales para evitar ser objeto de alguna sanción.
Este día no hubo vendedores de frutas y verduras, de pescados y mariscos, apenas y al interior del mercado había venta de productos lácteos y carnes de res, puerco y pollo y solo vendieron alimentos algunas fonderas y vendedoras de antojitos regionales, mientras que en las afueras apenas y unos cuantos negocios abrieron.
Vendedoras zapotecas e Ikoots dejaron de asistir a las inmediaciones del mercado central, no hubo mucha afluencia de compradores y vendedores, los pocos que arribaron aprovecharon y tuvieron buenas ventas, dijo uno de los entrevistados.
Las cadenas comerciales como zapaterías y negocios de venta de ropa mantuvieron cerradas sus puertas, mientras que farmacias y tiendas de abarrotes, bancos y financieras, casas de empeño operaron con mayor normalidad, en este primer cuadro de la ciudad, con lo cual esta medida instrumentada por la autoridad quedó a medias, dijo un vecino.
