SAN MIGUEL GUELACHE, Etla, Oaxaca.- A finales de 2015, instituciones educativas, padres y madres de familias, instancias de gobierno e infantes decidieron decir alto a la violencia escolar a través del programa de Sensibilización contra la Violencia Escolar.
Con actividades lúdicas, juegos, música y cuenta cuentos para los escolares, además de dinámicas de sensibilización para tutores, 267 planteles educativos avanzan sobre la ruta de la sana convivencia
La campana anuncia el inicio de la jornada en la escuela primaria Héroes de Chapultepec, ubicada en San Miguel Guelache, Etla, una de las instituciones que solicitó aplicar el plan.
El grupo de talleristas del departamento de prevención de la dirección para la mejora de convivencia escolar del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), está listo para un segundo día de actividades.
La grabadora emite un ritmo contagioso que invita a estirar el cuerpo bajo las órdenes de la talleristas Oleida Valencia. El juego se llama “El periódico”. Distribuidos en el área de esparcimiento bajo techo los pequeños estudiantes conforman grupos. La organización toma poco tiempo ante el ánimo de los infantes.
Al piso, una plana de periódico es la tabla salvavidas a la que deben de subir todos y todas al detenerse la música. Brincos, risas, algunos empellones marcan el compás que abruptamente termina mientras todo mundo sube a su barco.
Algunos tiran manotazos para ser los primeros, otros caen al suelo en el intento por quedar a salvo, otros más se organizan de tal manera que todos los pies del equipo quedan dentro de la tabla que cada cambio de música se va haciendo más y más pequeña.
En el primer intento naufragan dos grupos; luego, a medida de que el barco se encoge, hay navegantes sacrificados. Sólo los que logran organizarse sobreviven subiendo todos en un mismo pie sobre el barco.
También los padres “le entran”
La finalidad, explica Oneida Valencia, es que los alumnos reflexionen sobre el trabajo en equipo y lo que se puede lograr tomando acuerdos para alcanzar un objetivo.
La música continúa. Las risas inundan el lugar en donde al mismo tiempo, en los salones audiovisuales, los padres y madres de estos pequeñitos toman el taller de sensibilización con Regina Cuéllar Gutiérrez y Samuel Herrera Vázquez, auxiliares del departamento de prevención de la Dirección para la Mejora de la Convivencia Escolar del IEEPO.
El taller se denomina resolución pacífica de conflictos. Primero, una dinámica para romper el hielo a través del juego del cartero, en donde los participantes se reconocen desde su óptica, sus virtudes y expresan cuáles son las actitudes que les molestan.
Conflictos para el cambio y la paz
Cuéllar Gutiérrez explica que el objetivo es observar cómo se vive un conflicto y desmitificar la idea de que es malo y sólo puede llegar a provocar consecuencias desfavorables.
"El conflicto no es bueno o malo, simplemente es y puede ser pro activo, es decir utilizado para generar cambios y mejoras", señala.
Teniendo un panorama general: conflicto vs problema, se desarrollan algunas actividades, entre ellas la "inundación" que plantea la toma de decisiones conjuntas. A partir del resultado se revisan las actitudes desarrolladas durante el conflicto.
Actitud de padres, clave
Cuéllar Gutiérrez, explica que la actitud que padres y madres tomen ante un conflicto, repercute en la actuación de las niñas y los niños.
"La actitud de padres y madres de familia que mantienen día a día impacta en sus hijos e hijas porque los padres son modelos. Si resuelven sus conflictos de manera pacífica, los niños lo harán así, pero si se hace de una manera violenta, las niñas y los niños van a tener actitudes violentas".
El discursos, señala, debe ser homogéneo, estar sensibilizándolos en los mimos temas, porque al final de cuenta la familia es un equipo.
Aprender a convivir
En el salón las manos de un batallón infantes apuntando al cielo, se levantan para participar en la reflexión del juego "El periódico".
Acuerdos, organización, respeto, tolerancia, fueron algunos valores que destacaron como clave de aquellos equipos que lograron navegar con todos sus integrantes a bordo.
Quienes naufragaron reconocieron que no hubo respeto y lo que prevaleció fue el desorden.
La maestra realiza otra dinámica y a través de dos cuentos plantea un conflicto al que más adelante los pequeños buscan soluciones y las expresan llegando a un consenso en equipo.
El salón se agolpa con diversas opiniones, del debate y pensamientos que llegan a una coincidencia: respeto.
Alberto Ramos Bautista, director de la escuela primaria Niños Héroes, explica que en el proyecto anual aplicado desde el inicio del ciclo escolar, se plasmaron este tipo de actividades para evitar actos de violencia.
"Nosotros detectamos que se estaban presentando y además de solucionarlos quisimos prevenirlos", señala.
De esta manera además de acciones propias establecieron vínculos con el IEEPO para obtener mejores resultados.
La problemática en Oaxaca
María de los Ángeles Jiménez del Castillo, directora para la mejora de la convivencia escolar del IEEPO, explica que no existe un diagnóstico de la realidad sobre la violencia escolar en Oaxaca, por ello, se desconoce el panorama real de este fenómeno social.
Sin embargo, agrega, “era una necesidad tomar acciones motivadas por los casos denunciados ante la institución”.
En el 2016 se han conocido diez casos de violencia escolar de los cuales siete son relativos al bullying. En el 2015 quedaron documentadas cinco denuncias de las cuales tres ya están cerrados al haber concluido el proceso de mediación y subsanado el conflicto.
La labor no concluye ahí, hay un seguimiento a cada caso para evitar la repetición.
"Nosotros estamos buscando la prevención de la violencia más que la atención. Si nosotros vamos previniendo, es menos probable que presentemos casos en las escuelas", señala.
Algunas cifras en México
4 de cada 10 alumnos ha recibido apodos desagradables de sus compañeros
2 de cada 10, son víctimas de burlas
14 de cada 100, son golpeados por sus compañeros
10 de cada 100, sufre condiciones de discriminación
14 de cada 100, son ridiculizados por sus compañeros
21 de cada 100 sufren exclusión de conversaciones o trabajos de equipo
