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La Miguel Hidalgo, la impunidad de la delincuencia

Foto(s): Cortesía
Redacción

Oaxaca.- Desde hace un año, Clara Cruz atiende su pequeña tienda, de aproximadamente un metro y medio de ancho por tres de largo, atrás de una reja que le sirve como protección. Como ella, muchos negocios han invertido en este tipo de recursos para su seguridad; pero también algunos hogares, en los cuales una reja abarca la extensión de la entrada a su casa.


Sobre la calle principal de la colonia Miguel Hidalgo de la agencia municipal de San Martín Mexicápam, perteneciente a la ciudad de Oaxaca, son cotidianos los asaltos a transeúntes y a negocios; los habitantes son más vulnerables en las calles aledañas donde ninguna de las luminarias funcionan y ser víctima es más recurrente por las noches.


Pero los ladrones no esperan la oscuridad para cometer sus atracos, muchos de ellos son cometidos a plena luz del día.


“El robo es lo que más se ve. Han robado por aquí arriba, han robado por acá abajo. En las tiendas como éstas, entran. Los cholos se pelean por aquí seguido, se agarran a pedradas, palos, lo que sea”, relata el señor Daniel Hernández.


Los robos


Son las 10 de la mañana del 14 de febrero. Un joven pasa por la tienda de Clara Cruz que está sobre la calle Miguel Hidalgo, en la parte alta de la colonia que se encuentra sobre un cerro. Clara lo ve pasar, mientras sentada se protegía del frío de ese día; segundos después regresa y entra a su tienda. Pensó que compraría jabón o cualquier otro producto que tiene expuestos en las paredes a la entrada de su negocio; el área donde se despacha a los clientes está al fondo.


Este joven va directamente hacia ella y la amenaza con una navaja; “derechito entra y me amenaza; yo aquí sentada, ahora sí, como el tigre de Santa Julia”.


-Me das lo que tienes– le dijo.


-Pues no hay nada, no hay nada, que quieres que te dé si no hay venta– le respondió.


Clara Cruz muestra su canastillo en el que deposita el dinero de las ventas que realiza durante el día. Esa mañana le robaron alrededor de 400 pesos de lo que había vendido hasta esa hora y que constaba de puras monedas, la mayoría de 10 y cinco pesos. El ladrón huyó con el botín cuesta abajo, con todo y canastillo.




Clara Cruz gastó tres mil pesos en la colocación de una reja, tras sufrir un asalto.

 


Este robo no lo denunció, para qué hacerlo si no conocía al ladrón; mejor decidió invertir en seguridad y gastó tres mil pesos en una reja de metal que la protegiera ante otros posibles asaltos a su negocio.


“Más vale así, y ahorita porque está mi hija; pero estoy sola, agarro y cierro. Que se lleven lo que quieran de allá, pero aquí no entran”.


Módulo sin policías


A escasa media cuadra de su negocio, en la calle Hidalgo esquina con Pípila, hay un módulo de policía abandonado desde hace alrededor de 10 años; pero según los vecinos, de cualquier forma no servía de nada: aún con ellos, los asaltos ocurrían y en ocasiones se negaban a actuar bajo el argumento de que sólo eran dos.


“Me tocó ver una ocasión en que se estaban peleando y le dicen a la policía, abajo se están peleando; y pues, qué quiere que haga, respondieron; pos que vaya y entonces los policías dicen que no, que porque sólo eran dos. Yo creo que por eso se fueron, por eso los quitaron, porque de nada sirve que haya policías”.


Los transeúntes y los negocios no son los únicos que son víctimas. Hace dos meses, la capilla de la colonia sufrió un robo, los ladrones se llevaron herramientas y todo lo demás que pudiera considerarse de valor.




Módulo de policía sobre la calle principal, que no funciona desde hace por lo menos 10 años. Cuando tenía policías, tampoco servía para algo, según afirman los vecinos.

 


La tienda de don Daniel Hernández está frente a la capilla. Aquí, dice, la policía pasa “a veces”, una o dos por semana. Le ha tocado ver asaltos, la mayoría con navaja, y peleas entre pandillas locales.


“Nosotros aquí nos vamos a las 10, de aquí con un poco de temor, porque esa parte está oscura y no sabemos por dónde puedan estar. Hemos tenido esa preocupación de que haya seguridad”.


Cadena de asaltos


La base de los mototaxistas se encuentra en la bifurcación entre la Avenida Montoya y la calle Hidalgo; frente a la base, una tienda Oxxo. Uno de los mototaxistas apunta mientras sube un pasajero a su unidad: “deberían hacer un reportaje de los piratas (se refiere a las unidades que prestan el servicio sin permiso o concesión); de seguridad ya estamos curados de espanto”.


Raúl trabaja en la base, trae en la mano un radio. El Oxxo, dice, ha sido asaltado cinco o seis veces desde que fue abierto hace un año; la seguridad “está pesada” y detalla que generalmente quienes cometen los asaltos son entre dos o tres sujetos.




El Oxxo ha sufrido entre cinco y seis asaltos desde que fue abierto hace alrededor de un año.

 


Muchos de los atracos son contra mujeres que bajan de los camiones sobre la Avenida Montoya, en las partes donde no hay iluminación.


Delincuentes de otras colonias


“En la noche, luego a veces viene la gente caminando de este lado o de ese lado y ya vienen como asustadas; luego, las muchachas llorando porque se bajan del camión y que una vez abajo, les quitaron el celular, el dinero. A veces dicen que si las llevan los chavos de la moto a su casa y ya les pagan allá porque les quitaron su dinero”, relata.


Clara Cruz descarta que la delincuencia sea por las pandillas o los “cholos”. Aquí, dice, quienes asaltan son jóvenes que andan solos y son de otras colonias; los motivos para robar, opina, es que el dinero lo usan para comprar drogas.


“Vienen de otro lado, no son de aquí, son de otras colonias. Porque toda la gente de acá yo la conozco, de vista, pero sí son gentes que vienen de otras colonias”.


“Allá abajo por el kínder hubo dos asaltos; en la carnicería, entrando entrando, se llevaron su báscula. También la señora de acá abajo puso reja, más que nada porque somos señoras que siempre estamos solas”.


Clara Cruz


Tierra sin ley


La colonia Miguel Hidalgo se encuentra dentro de la agencia municipal de San Martín Mexicápam, de la ciudad de Oaxaca.


Otras de las colonias que los vecinos señalan como inseguras, son Azucenas y Moctezuma, que se encuentran en la parte más alta de la agencia.




La avenida Montoya en el cruce con la calle Hidalgo, es una de las zonas donde son comunes los asaltos a transeúntes. La falta de iluminación, una de las causas.

 


Los asaltos y robos son el delito más común en esta zona, según reportan los habitantes. La mayoría de estos, son cometidos con navajas.


Las peleas entre pandillas también son comunes en estas tres colonias: Miguel Hidalgo, Azucenas y Moctezuma, que ocurren, sobre todo, los fines de semana.

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