Desde hace 20 días, antes de que el sismo de 8.2 grados Richter ocasionara terribles daños en el Istmo de Tehuantepec y los Mixes, y después de que otro temblor provocaran destrucción y muerte en la Ciudad de México, Morelos, Puebla y otras entidades del país, la 63 legislatura estatal está paralizada.
Con el pretexto del sismo los diputados prácticamente han cancelado las sesiones ordinarias y solo se han dedicado a llegar, escuchar dos o tres discursos e irse a comer. Esto a pesar de que son servidores públicos y reciben mensualmente más de 250 mil pesos del erario, entre dietas y apoyos.
Ayer no fue la excepción. En menos de 20 minutos los representantes del pueblo desahogaron el pase de lista, la lectura del acta de la sesión anterior (que obviaron) y desahogaron el único punto del orden del día: un discurso para solidarizarse con los afectados del sismo del 19 de septiembre.
Sin que los coordinadores de las fracciones parlamentarias revisaran las diversas peticiones y propuestas que ciudadanos o los propios diputados hacen al Congreso, con lo que se conforma el orden del día, el preside de la Mesa Directiva, Samuel Gurrión Matías, peroró un modesto discurso y se levantó la sesión; al igual que la semana pasada, aunque en aquella ocasión todos los coordinadores de las fracciones parlamentarias ofrecieron posicionamiento ante la desgracia ocurrida en el Istmo de Tehuantepec.
Además, como este mes concluye el segundo periodo ordinario de sesiones, los coordinadores de las fracciones del PRI, PAN, PRD, Morena y PT acordaron sesionar el próximo miércoles, jueves y viernes para desahogar el trabajo de tres semanas.
Durante los 20 días en que los oaxaqueños del Istmo y los Mixes han afrontado la desgracia que les dejaron los sismos, algunos diputados se han dedicado a repartir apoyos como estrategia electoral, otros a acudir a los lugares con más daño para tomarse la foto con el gobernador y, unos más, para descansar plácidamente en su casa, como la diputada priísta Félicitas Hernández Montaño, diputada por Ixtlán de Juárez, quien a pesar de que los habitantes de San Francisco Yovego, su pueblo natal, sufren los efectos de los temblores, no ha recorrido la zona ni para tomarse una selfie, que tanto le gustan.
Por cierto, de todos los diputados que afirmaron que donarían un mes de dieta, 42 mil pesos, para los damnificados del Istmo, solo Jesús Romero López, de Morena, ha difundido por las redes sociales copia de los recibos del depósito a la Fundación Harp Helú, los demás simplemente se han hecho ojo de hormiga.
EL DATO:
