CIUDAD DE MÉXICO.- Casi 30 años después de su nacimiento, en 1988, el Centro Pecci, localizado en Prato, Italia, evolucionó de dos formas: por un lado, extendió su espacio arquitectónico y, por el otro, expandió su programa cultural.
El proyecto de extensión y renovación al que se vio sometido comenzó en 2006, bajo la tutela del arquitecto danés Maurice Nio, intérprete de una cultura arquitectónica contemporánea.
"El objetivo era dotar al centro de arte contemporáneo Luigi Pecci de una nueva energía cultural, capaz de expresarse a sí misma a través de los contenidos exhibidos, como de los espacios construidos.
"Esta energía compromete al territorio gracias a una nueva arquitectura que fue concebida para proveer la estructura preexistente de nuevas funciones y establecer una nueva relación entre el museo y la ciudad, entre el arte y el territorio regional", explicó Maurice Nio.
El museo cubre una superficie de 10 mil metros cuadrados. Para complementar las áreas de exhibición se construyó una biblioteca que resguarda alrededor de 50 mil volúmenes, un teatro abierto al aire libre con casi mil asientos, un cine auditorio con 140 lugares y un espacio para espectáculos que podrá recibir a 400 personas.
No obstante, también se sumaron una tienda de libros, un restaurante, un bar bistro, algunos talleres y varias salas de juntas.
Vibraciones que se perciben
El nuevo volumen está orientado hacia la dimensión pública, tiene la forma de un gran anillo que se asienta sobre el jardín circundante y se vincula con la edificación del arquitecto Italo Gamberini, misma que no fue modificada en absoluto.
Gracias a la nueva entrada, la librería y el restaurante se ubican en la primera planta sobre un piso transparente. El museo se abre hacia el exterior, con un jardín experimental y una gran plaza, lo que le hace cumplir con el objetivo de estimular la curiosidad e invitar a la interacción.
El punto más elevado del complejo se alcanza por medio de una estructura en forma de antena que, por un lado, representa la voluntad de percibir las nuevas formas de creatividad que se expresan en el territorio y, por el otro, revela la importancia de un lugar de encuentro que las promueve.
"En oposición al carácter rígido y mecánico del museo existente --en parte inspirado por la arquitectura industrial en Prato--, el nuevo proyecto luce fluido y estático. Acoge el edificio existente y lo toca sólo en donde se necesitó para crear el plan circular", agregó el danés.
El museo abrió sus puertas al público el pasado 16 de octubre.
