Los rincones ocultos de las Bahías de Huatulco, Oaxaca, emergen del fondo oceánico con el proyecto de cartografía submarina de la Universidad del Mar (Umar), cuyo resultado son modelos tridimensionales de la superficie marina.
Asistir en la conservación de los corales y el uso responsable de recursos naturales es la misión de este proyecto, cuenta Eduardo Ramírez, jefe del Laboratorio de Sistema de Información Geográfica y Percepción Remota de la Umar.
A partir de fotografías recabadas por vehículos no tripulados, el equipo encabezado por Ramírez ha creado maquetas a pequeña escala pero con alta resolución.
"En comparación con lo que tenemos en artículos o mapas, que todavía queda abstracto, esto lo podemos ver y tocar.
"Como está en 3D, y (también se puede recorrer) en realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés), podemos generar una aproximación de divulgación".
Amauri Castillejos, uno de los siete estudiantes involucrados en el proyecto, aprovecha la experiencia para trabajar en su tesis, con la que busca demostrar que los mapas construidos con imágenes recabadas por drones tienen mayor precisión que los que están trazados a partir de imágenes satelitales.
Aunque el proyecto se encuentra en fase de desarrollo -tienen previsto terminarlo en julio del 2018-, han entregado hallazgos preliminares a la dirección del Parque Nacional Huatulco, administrado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Los arrecifes de coral, explica el investigador, prestan servicios ecosistémicos al ser refugio de distintas especies, además de que sirven como protección contra fenómenos naturales para las poblaciones costeras. De acuerdo con la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), su esqueleto absorbe hasta el 95 por ciento del impacto de las olas generado por vientos fuertes.
"Aquí se encuentra la estructura coralina más grande del Pacífico Oriental Tropical. Además, presenta conectividad genérica con corales de Guerrero y La Paz".
