Los niveles de educación que reporta Oaxaca por debajo del promedio nacional y el analfabetismo ejemplifican el complejo panorama al que se enfrentará el gobierno que a partir del 1 de diciembre encabezará Andrés Manuel López Obrador.
Tanto en los indicadores como en los hechos, para el doctor en sociología y autor del libro La insurgencia magisterial en Oaxaca 1980 (IISUABJO, 1985), Isidoro Yescas Martínez, el rezago evidente que enfrenta la entidad en el ámbito educativo, empieza en el nivel básico y se prolonga en el superior.
“Hay un doble problema”, afirmó y pide que si se reconoce cómo han afectado los paros, movilizaciones y abandono en las aulas de parte de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), es necesario admitir lo que ha hecho o dejado de hacer la autoridad.
“Desde el Gobierno del Estado, vía Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), no han atendido su obligación, han desviado una buena cantidad de recursos para otras actividades”, afirmó en investigador del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO.
El tema de quienes cobran sin trabajar, pero abultan la nómina del IEEPO es el ejemplo más claro, pero sobre todo que esa dependencia ha sido “la caja chica para las elecciones” o dar pie a “un desvìo enorme de recursos que deberían destinarse a la educación”.
