Líderes evangélicos advirtieron al Presidente Enrique Peña Nieto sobre los problemas sociales que podrían surgir si se avalan los matrimonios entre personas del mismo sexo en México.
También le externaron su preocupación por los asesinatos de religiosos y la violencia generada por el crimen organizado.
En su reunión privada en Los Pinos, algunos de los 33 miembros de las Iglesias evangélica y cristiana aclararon que no están en contra de la unión entre homosexuales ni sus derechos, pero sí de que se use la palabra "matrimonio" en la ley para avalar sus enlaces.
Relataron que el presidente defendió su iniciativa, argumentando que por su cargo está abierto a ser "gestor" de todos los sectores, y que su iniciativa sobre matrimonios igualitarios surgió ante una resolución de la Suprema Corte.
En materia de violencia, los jerarcas religiosos aseguraron que le expresaron su preocupación por los asesinatos de obispos y miembros de la iglesia católica.
