Con una liquidación de mil 500 pesos por cinco años de trabajo, Francisco fue despedido a finales de abril. El restaurante en el que laboraba sólo soportó poco más de un mes con actividades restringidas y así Francisco formó parte de las 93 personas que en promedio, diariamente perdieron su empleo por la pandemia en el estado de Oaxaca.
El desempleo se ha asentado en los hogares en medio de la angustia por la pandemia de la COVID-19 que amenaza con extenderse a sus anchas y golpear aún más la economía familiar.
Las personas luchan por obtener el gasto diario para comer. En una carrera a contrarreloj, quienes han perdido su empleo buscan la forma de obtener ingresos vendiendo alimentos, productos, haciendo trabajos eventuales, buscando en el aviso oportuno en medio de ofertas con salarios raquíticos.
Utilizando las redes sociales como Facebook o WhatsApp, las personas han recurrido a la elaboración de alimentos con venta en línea y entregas a domicilio, a salir a las calles a vender en carritos de mandado o carretillas, a ofrecer dulces o cubrebocas en los cruceros.
El desempleo es mayor a las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el cual sólo refleja los empleos formales pero no los informales como el de las trabajadoras del hogar, albañiles, peones o empleados de mostradores en pequeñas tiendas.
Al tener mayor dependencia de las remuneraciones laborales, así como tener mayor porcentaje de población con vulnerabilidad por ingreso, condiciones críticas de empleo y mayor caída de empleos formales, Oaxaca se encuentra dentro de los 10 estados con mayor riesgo de enfrentar condiciones críticas de empleo por la COVID-19.
De acuerdo con datos del INEGI, por estas características en la lista también figuran Baja California, Jalisco, Tamaulipas, Guerrero, Estado de México, Puebla, Ciudad de México, Tlaxcala, Oaxaca y Quintana Roo.
De marzo a junio, 11 mil 187 empleos formales en Oaxaca se perdieron. Mientras que en marzo el número de trabajadores fue de 216 mil 340, en abril cayó a 212 mil 199, en mayo a 207 mil 804 y para junio 205 mil 143, en suma, de marzo a junio una pérdida del 5.8 por ciento de los empleos.
El panorama es desolador considerando que la iniciativa privada prevé una recuperación a 10 años, tomando como experiencia la crisis de 2006 en la capital del estado.
