La alarma que generó la detección de venta de carne de caballo etiquetada como de res en seis ciudades del país, incrementó las verificaciones que realiza la Dirección de Regulación y Fomento Sanitario de los Servicios de Salud de Oaxaca.
Entrevistado al respecto, el responsable del área, Mario Martínez Rojas, descartó que se haya detectado alguna carnicería o establecimiento con carne cruda de caballo como si fuera de res.
Lo que si detectaron en la dirección son dos rastros clandestinos en la ciudad de Oaxaca y uno más en Santo Domingo Tehuantepec, los cuales visitaron y se pudo determinar que carecían de las medidas sanitarias.
Aguascalientes, Zacatecas, Chihuahua, Ciudad de México, Pachuca y San Vicente Chicoloapan son las ciudades donde se detectó la venta de carne de caballo, cruda y cocida, como carne de res o etiquetadas de manera imprecisa en carnicerías, mercados y puntos de venta informales.
La detección la realizaron investigadores de la UNAM mediante un estudio solicitado por Humane Society International.
Mal olor, un inadecuado manejo del excremento de los animales que ahí se matan, acumulación de agua sucia con sangre y vísceras, así como la proliferación de moscas fueron las principales anomalías detectadas.
Si se enteraron de la existencia de esos rastros clandestinos es por la queja de vecinos, pero es muy probable que el número de lugares similares sea mayor, pero es a las autoridades municipales a quienes compete cerrarlos.
“No es que estemos buscamos rastros clandestinos, nos enteramos de su existencia por las quejas de los vecinos, cuando los visitamos hacemos medidas sanitarias e informamos a la autoridad para que sean éstas quienes lo clausuren”, explicó.
No dudo que existan varios rastros clandestinos, pero sólo intervienen cuando hay quejas, principalmente cuando a los vecinos les empieza a molestar el mal olor que de ahí se despide por la matanza de animales.
En caso de consumir carne en mal estado o contaminada, las personas pueden enfrentar problemas de intoxicación o gastrointestinales.
Aunque negó que el consumo de carne de equino pueda traer complicaciones a la salud de las personas, aseguró que si se incrementaron las verificaciones, “sobre todo por la alarma y psicosis de la gente que no está acostumbrada a comer carne de caballo”.
Se busca, dijo, optimizar e intensificar los recursos humanos para que, quienes consumen carne de res tengan la tranquilidad de que les entregan lo que piden.
Sin embargo, el director de Regulación y Fomento Sanitario si sugirió hacer este tipo de compras en lugares establecidos y previamente conocidos, sobre todo que vendan la carne fresca porque conforme pasa tiempo en la congeladora pierde sus propiedades nutritivas.
Además, al existir únicamente 11 rastros en la entidad oaxaqueña, una gran parte de la carne cruda que se comercializa no cumple con las medidas de higiene e inocuidad.
