La calle de Galeana, en el centro de la ciudad, desde temprana hora se llena de humo, ruido, tráfico vehicular y el ajetreo clásico de una zona altamente comercial; sin embargo, para los peatones representa un peligro.
Las banquetas son angostas y se encuentran en mal estado. En las esquinas, el espacio para el peatón no existe, pues ha sido invadido por el transporte público, que transita permanentemente por la zona. Además, diversos comercios se han apropiado también de las aceras para construir accesos a sus negocios.
El estacionamiento fijo de automóviles sobre la vía reduce los dos carriles a solamente uno, por lo que el tráfico de automotores es lento y pesado, lo que incrementa los niveles de contaminación auditiva y ambiental.
La carpeta asfáltica tiene tal deterioro que los baches y hoyos se esparcen por doquier, como un decorado más de esta bella ciudad.
PROBLEMAS DE LA CALLE GALEANA
- Alto tránsito vehicular
- Contaminación
- Destrucción de banquetas
- Basura
- Ruido
- Nulo respeto al peatón
En este ambiente precario, cada día, miles de ciudadanos tienen que caminar para realizar sus compras, acudir al trabajo o desplazarse al centro de la ciudad, expuestos a accidentes de tránsito, contaminación, estrés y pésimas banquetas.
Ruido insoportable y humo
El comerciante Pedro Sánchez reconoce que desde temprana hora, el tráfico vehicular es constante en esa calle, con el consecuente ruido, humo, sonido de los claxones e invasión de banquetas.
“Aquí pasan muchos vehículos de motor, pero todo el día sólo hay un carril, porque muchos compañeros apartan sus lugares desde la madrugada para no pagar estacionamiento, lo que genera para todos muchos problemas; el ruido y la contaminación nos provoca dolor de cabeza y mal humor”.
Añade que por desgracia, las banquetas tampoco se respetan. “Por ejemplo, en el crucero de Mina con Galeana la banqueta ya no existe; ahí, como la calle es muy angosta y los camiones del transporte urbano dan vuelta, ya deshicieron la acera, no hay espacio para que cruce la gente; entonces tienen que atravesar la calle y caminar en medio de los carros estacionados, para seguir su camino”.
Dice que además, el intenso tráfico ha deteriorado la carpeta asfáltica. “El peso de los camiones y el constante tráfico dejan baches y hoyos en la carretera, que en época de sequía se convierte en un polvo fino que entra a todos los negocios y hay que estar limpiando constantemente los muebles y afecta nuestra salud”.
En algunos tramos, los vehículos han destruido la cinta asfáltica y el cordón cuneta de la banqueta. FOTO: Román Carlos
Comenta que este espacio es muy pequeño para que el transporte urbano transite por ahí. “Las autoridades de la ciudad debería buscar una alternativa para que el tránsito de vehículos de motor no congestionen esta calle y se respeten los espacios de los peatones; en los días de mercado, la gente tiene que usar la carretera para caminar y pelearse con los automovilistas el paso”.
Las banquetas, obstruídas
En el lugar es constante también la destrucción de banquetas para dar acceso a comercios, callejones y privadas; como sucede en la Privada de Mier y Terán o un hotel que se ubica en la zona, cuyos propietarios construyeron una rampa en la banqueta para el acceso a su establecimiento.
La señora María, vecina del lugar, expresa que todas las banquetas de la calle de Galeana están destruidas y no cumplen con su función.
“Si ustedes ven, la gente tiene que caminar por la carretera, entre los coches, porque las banquetas están en muy mal estado o simple y sencillamente se convirtieron en acceso de los comercios”.
Dice que mucha gente transita por el lugar, que está en pésimas condiciones. “Los callejones y privadas son supuestamente empedradas, pero vean cómo se encuentran: destruidas, con hoyos, lo que representa un verdadero peligro para la gente que cruza por aquí rumbo al centro de la ciudad o para acudir al mercado de abasto”.
Lo estrecho de la calle y el uso de la vía para estacionamiento de automóviles, reduce al mínimo la carretera. FOTO: Román Carlos
La zona más problemática
“Esta zona era de vecindades que se ubicaban fuera ya de lo que era la ciudad, pero cuando se fue ampliando la zona urbana, no se tuvo el cuidado de hacer una planeación y ahora que esta calle se utiliza para que el transporte urbano llegue a la central de abasto, pues el caos que generan es grande, porque no sólo pasan por aquí los camiones urbanos, también taxis, colectivos y muchos vehículos privados”.
Sostiene que sin duda esta es una las zonas con mayor problema para vivir en la ciudad, por el ruido, la contaminación, la falta de espacios públicos, el poco respeto a los peatones, el fuerte tránsito de automotores, “por eso es urgente atender sus problemas y solucionarlos, porque estamos en el centro de la capital del estado”.
