Como buen torero salió en traje de luces. La montera bien calada, chaquetilla en blanco y taleguilla en oscuro. El capote de paseo, amplio para la faena. Los asistentes a la plaza todavía no perdían la compostura, por lo que capturó su atención
El diputado paseó por el ruedo. Tentó al adversario y comenzó la faena. El discurso iba bien, el tema de actualidad: el combate a la corrupción. Sin embargo, la emoción le ganó al petista Jesús Romero López y después de un buen toreo, vino la pifia.
Con el propósito de presentar su iniciativa para expedir la Ley de Fiscalización Superior para el Estado de Oaxaca, tomó el micrófono de la palestra camaral e inicio su exposición.
“La Auditoría Superior del Estado (ASE) se quedó corta, incluso en la anterior legislatura hubo una contrarreforma a fin de que sea la Junta de Coordinación Política la que autorice los procesos penales en contra de quienes no haya solventados sus auditorías, por eso nosotros proponemos dar paso a un nuevo órgano”.
Explicó que este nuevo ente fiscalizador debe tener facultades, por ejemplo, para revisar la cuenta pública del año que transcurra, en tiempo real, porque luego andan investigando a toro pasado, cuando a veces todo el mundo sabe que el recurso público se está desviando.
“Proponemos que este nuevo ente público pueda realizar auditorías o revisar cuentas públicas cuando se adviertan hechos notorios de irregularidades, que podrían generar perjuicio a las haciendas públicas estatal y municipal, sin perjuicio de que el Congreso haya aprobado o no la cuenta pública”.
Silencio en el tendido
Vestido de luces,- no las del congreso porque hasta focos faltan en el salón del pleno-, Romero López brindaba trasteo, pases de tirón y hasta alguna puya a sus ex compañeros perredistas, a quienes reprochaba criticarlo por proponer la desaparición de la ASE.
Con naturales y remates desdén, proponía la institucionalización de un servicio fiscalizador de carrera, “para no andar dando nombramientos al garete y acomodando perfiles y personajes”.
Redondos salían de las atribuciones del nuevo órgano de fiscalización. “Esencialmente promovemos descentralizar las funciones de los distintos sub auditores que atiendan a los sujetos fiscalizables del estado y no un auditor súper numerario que promuevan la corrupción”.
Pero cuando preparaba el molinete para brindar la estocada final, la arena se le movió y erró la estocada.
“Se requiere constituir un nuevo órgano fiscalizador y dar paso a profesionales de la auditoría, de la fiscalización, aunque se discuta en función de mi iniciativa la determinación de perfiles partidistas, eso ocurrió en la administración de Gabino Cué y por eso tenemos una ASE corrupta. Y bienvenida todas las críticas, ya sabíamos que iba a saltar la libre, ¡pues si lo que está en juego es la chuleta!, nombramiento de siete años, cualquiera o haría”.
Sorprendido por el giro del embate, intentó asumir la montera, pero el respetable ya festinaba la corta estocada. “¡Cualquiera!, jajajajaja”.
Con la montura caída, no le quedó más que expresar en tono jocoso: Buen a lo mejor yo no, pero otros sí lo hacen; digo todo es posible. Jajajajajajajajajaja.
-“¡Pero ahí no, no!”. Gritaba cuando abandonaba la plaza, sin rabo, ni orejas.
Desde la barrera, su compañero priísta Herminio Cuevas Chávez, con la bota de vino en la mano todavía lo consolaba: aquí el que no cae, resbala. Jajajajaja.
