Miembros de la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y la Defensa del Agua (Copuda) presentaron una propuesta para que se reconozca facultades para elaborar y emitir las normas que regulen el uso y disfrute del agua del subsuelo a favor de las comunidades zapotecas de la región Valles Centrales,
La propuesta fue presentada ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el marco del inicio de la cuarta etapa del proceso de consulta para levantar o mantener el decreto de veda de 1967 a la micro región que abarca a 16 comunidades del distrito de Ocotlán de Morelos.
La micro región está conformada por las comunidades San Antonino Castillo Velasco, Santiago Apóstol, San Sebastián, San Jacinto Ocotlán, Santa Ana Zegache, San Isidro Zegache, Asunción Ocotlán, San Pedro Mártir, San Pedro Apóstol, San Matías Chilazoa, San Felipe Apóstol, Tejas de Morelos, La Barda Paso de Piedras, San Martín Tilcajete, El Porvenir y Maguey Largo.
“En los últimos 10 años, los campesinos y campesinas indígenas que integran la Copuda, han dado cuenta de su capacidad para gestionar, diseñar y construir obras de captación de agua de lluvia que hasta ahora revitalizan los mantos acuíferos de la región, de la cual depende su sustento”, explicó Roberto Stefani, coordinador de proyectos de la organización Oxford Committee for Famine Relief (Oxfam) México.
El objetivo de esta propuesta es que la regulación en torno al uso y explotación de los recursos acuíferos en el subsuelo de la región Valles Centrales sean definidos por las mismas comunidades indígenas.
Hace una década, las comunidades han gestionado proyectos para la recuperación y “revitalización” de sus pozos de agua a través de la captación del agua de lluvia, tras la sequía que vivieron a partir de los años 2002 al 2007. Estas acciones permitieron que el vital líquido que se encontraba a 30 o 40 metros de profundidad, ahora se encuentren a 12 o 18 metros.
Con estas estrategias, afirmó Carmelina Santiago de la organización Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto, se ha demostrado que las comunidades indígenas son capaces de administrar este recurso natural e incluso recuperar el nivel de los mantos acuíferos.
