Prácticamente caminando, Hailemariyam Mola, de Etiopía, se proclamó ganador absoluto de la quinta edición de la Atlética Amasfac 2016.
Kenia hizo el 2-3 con Stephen Tanui y Joseph Mutisya, respectivamente.
Fiel a su estilo dominante, Marilú Jiménez dio el triunfo a Oaxaca en la rama femenil, seguida por Claudia Martínez.
El de Etiopía detuvo el crono en 32 minutos 55 segundos en los aproximadamente 10 kilómetros de la ruta mientras los kenianos registraron 33:12 y 33:13, de manera respectiva.
Por cierto, en el último kilómetro el oaxaqueño Jorge Armando García punteaba en la pelea por el segundo puesto general con los dos corredores kenianos, quienes sacaron su experiencia y en la última vuelta sobre Avenida Juárez y Dr. Liceaga ganaron el sprint final para repartirse el podio.
Marilú Jiménez se adjudicó la primera posición con autoridad, con tiempo de 38 minutos 39 segundos, seguida por Claudia Martínez, con 39:29.
Un circuito diferente recorrieron los más de 500 participantes, luego de la salida dieron vuelta en Pino Suárez, enseguida doblaron en la calle Zárate, continuaron por Libres y siguieron hasta doblar en Ignacio Rayón.
Entroncaron en el Periférico, pasaron el puente de Cinco Señores para tomar Avenida Universidad hasta el retorno frente a un conocido centro educativo particular ubicado por Plaza del Valle.
Regresaron por esta avenida, siguieron por Periférico, Avenida Morelos, Pino Suárez, Carretera Internacional y bajaron en Avenida Juárez y llegar nuevamente a Dr. Liceaga.
En la división veteranos también se impuso Kenia, el entrenador del Club Kali Kali Team, Reuben Kambich Chesang, se agenció el primer lugar.
Mientras en la categoría agentes de seguros varonil, en la que se cubrieron cinco kilómetros y el retorno en el circuito fue en el Distribuidor Vial de Cinco Señores, el ganador fue Andrés Sánchez, que detuvo su crono en 24 minutos 2 segundos.
El lado negativo del evento fue cuando integrantes del comité organizador trataron de impedir la labor de reporteros gráficos en un espacio público, en el momento en el que una persona recibía atención tras sufrir una molestia que la obligó.
