Pasar al contenido principal
x

“Se defendió con uñas y dientes. Así que golpeé su cabeza”

Foto(s): Cortesía
Redacción

Ciudad de México.- La familia de Adriana, originaria de Guanajuato, jamás imaginó que en menos de cuatro meses de haberse mudado a Tamuín, municipio de San Luis Potosí, sufrirían una dolorosa pérdida, y menos que hasta el día de hoy no haya llegado la justicia, que incluso parece alejarse.


Para la pequeña Adriana, de 13 años, fue fácil adaptarse a su nuevo estilo de vida en el municipio de Tamuín, lugar donde hizo nuevos amigos en su secundaria. Como era costumbre, salía de su casa para dirigirse a la escuela a las 06:30 horas y regresaba a su hogar al concluir las clases.


PERO EL 24 DE MAYO DEL 2011 ES UNA FECHA QUE JAMÁS OLVIDARÁN SUS PADRES Y SERES QUERIDOS, YA QUE LA ADOLESCENTE SALIÓ A LA ESCUELA Y JAMÁS VOLVIÓ.


Sandra Campuzano empezó a preocuparse pues su hija no volvía a casa y no se había reportado. Realizó la denuncia a los policías ministeriales de la localidad, quienes burlescamente le dijeron “se fue con el novio”.


Tras 18 días de angustia, tristeza y desesperación, el cuerpo de la jovencita apareció en un cañaveral con visibles signos de abuso sexual y físico.


El presunto responsable del despreciable acto fue detenido tres años después.


Su nombre es Filiberto Hernández. Pero fue absuelto del asesinato de Adriana debido a que el Ministerio Público Estatal había omitido evidencia en la investigación, y podría quedar en libertar si se aplica el mismo precepto para los otros casos, pues la pequeña Adriana no había sido su única víctima, ya que Hernández, un exmilitar de 43 años y que daba clases de karate y zumba en el municipio, enfrenta además el proceso penal de dos asesinatos más: una mujer de 32 años y otra pequeña de solo 9 años.


LA MADRE DE ADRIANA, AL SABER QUE PODRÍA QUEDAR EN LIBERTAD, HA REVISADO EL EXPEDIENTE DE INVESTIGACIÓN Y DESCUBRIÓ ALGO QUE LA DEJARÁ MARCADA DE POR VIDA.


En los detalles de la confesión del presunto asesino, leyó: “Se defendió con uñas y dientes. Tuve golpear su cabeza”. Estas palabras jamás las olvidará.


En la confesión, Filiberto detalló la forma en que raptó a Adriana, cómo la agredió y el lugar donde había enterrado sus restos, según consta en el expediente.


Este martes, Sandra Campuzano, junto a las familias de las víctimas de Hernández, han acudido con el subprocurador de Ciudad Valles, San Luis Potosí, Pablo Alvarado, y le pidieron una nueva investigación para evitar que el asesino pueda quedar libre por los errores que cometieron los investigadores.


“NO ME HE VUELTO LOCA PORQUE TENGO QUE SEGUIR CON ESTO. NO QUIERO QUE OTRA MADRE SUFRA LO QUE YO”, DICE CAMPUZANO EN UNA DE LAS ENTREVISTAS QUE HA OTORGADO A MEDIOS DE COMUNICACIÓN.


La abogada de Campuzano, Michel, asegura que el expediente está repleto de “graves errores” cometidos por la autoridad, además que ninguna prueba fue procesada en laboratorio.


La casa de Filiberto Hernández fue cateada en 2014 y en el lugar se encontraron sandalias de niña y cabellos, pero jamás se analizaron, al igual que las manchas de sangre que localizaron en la camioneta del presunto asesino.


Son cinco los crímenes que confesó Hernández, pero todos están siendo investigado bajo diferentes criterios.


Diferentes manifestaciones han exigido justicia por los casos de asesinatos de mujeres. Foto Animal Político


Los familiares de las víctimas tienen miedo de que quede libre ya que podrían sufrir las consecuencias de pelear por justicia para sus familiares asesinados.


“Si lo dejan libre, nos va a matar”, asegura Sandra.


Adriana fue asesinada en 2011, un año después de la primera víctima de Filiberto, según su confesión. En 2013 mató a otra niña y dos más en 2014, una de 9 años y una joven de 32. Por estos motivos, dice Sandra, acudirá a las instancias judiciales necesarias para impedir qu

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.