El invierno ha llegado a Poniente. Y eso afectará a Juego de tronos en su totalidad. Tanto que la séptima temporada de la serie "podría" retrasarse por ello. David Benioff y D.B. Weiss, creadores de la serie, han explicado que la producción de la séptima temporada empezará más tarde de lo que lo hicieron las entregas anteriores.
La razón es la necesidad de que el clima en los lugares de rodaje acompañe al clima invernal que deberán reflejar los nuevos capítulos de la serie como consecuencia de la llegada del invierno a los territorios por los que se mueven los personajes.
"No tenemos todavía una fecha de emisión, pero este año podría ser un poco más tarde", han dicho Benioff y Weiss. "Empezaremos un poco más tarde porque al final de la temporada 'ha llegado el invierno', y eso significa que el clima soleado no sirve ya para nuestros propósitos. Así que lo trasladaremos un poco más allá para que podamos tener el clima severo y gris en lugar de lugares soleados".
Las temporadas anteriores de Juego de tronos arrancaban entre finales de marzo y abril, pero este retraso en la producción podría suponer un retraso también en el estreno de la séptima temporada. Todavía no hay confirmación oficial por parte de la cadena del número de capítulos que compondrán esa nueva entrega, aunque, según lo que han dicho los creadores en varias ocasiones, podrían quedar por delante solo dos temporadas de 7 y 6 episodios respectivamente.
