CIUDAD DE MÉXICO.- Si de apoyar al cine nacional se trata, Omar Chaparro se pinta solo, y más cuando la película en cuestión es Compadres, que él estelariza con Aislinn Derbez, Erick Elías y Camila Sodi.
Poco antes de las 17:00 horas llegó al cine, tras esperar unos minutos en su camioneta, para enfilarse hacia una de las salas donde se proyecta el largometraje.
"¿Cuál vienen a ver?", preguntaba a las personas que se le acercaron para pedirle selfies. Y a quien no le contestaba que su peli, les recordaba que tenían que apoyar al talento nacional, o los actores ya no tendrían para comer ni pagar la renta.
Luego se encaminó hacia una de las salas donde la función estaba por concluir y, al prenderse las luces, saludó con micrófono en mano a las 30 personas que vieron la comedia y quedaron azoradas al verlo tan campante entre ellos.
"Yo preferí venir a ver la tuya que la de (Eugenio) Derbez (Milagros del cielo)", le dijo doña Carmelita a Chaparro, quien le pidió que repitiera eso para transmitir en directo desde Periscope.
"Bueno, a la única Derbez que debe ver es a Aislinn, que sale en nuestra película", le contestó el conductor cuando hablaban en directo en esa red social.
Después hizo preguntas relacionadas con el filme, y a quien las respondía acertadamente les regaló pósters autografiados.
Se encontró en un momento con un chico con discapacidad auditiva y se comunicó con él en lenguaje de señas, además de que le autografió un cartel y le regaló una playera.
Al salir a comprar boletos y palomitas para entrar a ver una función de Compadres, Omar se topó con dos señoras muy aventadas, y, siguiéndoles el juego, probó de su helado, las abrazó y las besó.
"¿Qué le pareció la película, cómo me veo?", le cuestionó a una señora.
"Muy buena, aunque usted se ve más delgado en persona", le dijo la aludida.
"Ah, pues es que la cámara engorda, por eso no hay que comer cámaras", le respondió el chihuahuense con su peculiar humor.
Durante su visita sorpresa, Chaparro trató de complacer a cuanta persona que se acercó a él y bromeó sin reparo. Como con una mujer embarazada, a quién le preguntó si conocía la identidad del padre, o con una mamá joven, a quien le pidió que le comprobara que el chico con el que iba era en realidad su hijo y no su novio.
"Es padrísima la retroalimentación que te da una dinámica como ésta, de presentarte al final la de la función de tu película para que te digan la neta. Y se siente rebién, ya sea que te feliciten o te la mienten", Omar Chaparro.
