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Juventud, divino tesoro

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

TORONTO, Canadá.- En la piel, el rostro y la mente del director de orquesta retirado Fred Ballinger (Michael Caine), el cineasta Paolo Sorrentino vuelca sus reflexiones acerca de la edad, la experiencia y la vejez en todo lo que significa la palabra "Juventud".
El director italiano, aclamado por La Gran Belleza, recurrió a Caine para profundizar en una de sus tantas obsesiones humanas, la cual fue acompañada por el sentimiento que considera el más noble de todos, la amistad.
"Fred se va a una casa de descanso en los Alpes con su mejor amigo, Mick (Harvey Keitel), y quise poner a dos amigos que se unen por el puro gusto de ser amigos a repasar su vida y lo mucho que vivieron y gozaron: comida, sexo, desenfreno. ¿Quién no los disfruta de una forma superficial y luego, de la manera más sublime?", expone Sorrentino.
Junto con Caine y Keitel, el creador confeccionó una historia a la medida de sus deseos que incluye a Jane Fonda como la displicente Brenda Morel y a Rachel Weisz como la complaciente Lena, hija de Fred.
"Pocas veces te encuentras con un director que hace de un capricho un relato majestuoso, y sabe cómo encontrarle el corazón, el alma y el espíritu a la historia.
"No creo que haya una sola persona en el mundo que no piense en la edad y en la juventud. De niños porque nos urge ser mayores, y de mayores porque queremos detener la vejez. Ya no queremos crecer y nos culpamos de haber pensado en acelerar el paso del tiempo", asevera Caine.
El director de orquesta anda de fanfarrón y libertino, en su mente, durante sus vacaciones con su amigo del alma. Se topa con estrellas de cine y divas, de quienes no pierde la oportunidad de burlarse.
Su hija tiene la misión de convencerlo de que deje el retiro para dirigir un montaje en el cumpleaños del Príncipe Felipe, situación que más que ponerlo en un aprieto, lo orilla a hacerse preguntas de todo tipo.
"Entendí que Paolo quiso poner a dos amigos como cómplices y contraparte, uno del otro, porque la amistad te une sin obligación. Y luego de las mujeres, los hijos, los amigos son los se quedan contigo sin sentimiento de pertenencia alguno, lo hacen porque quieren", observa Keitel.
Como aderezo, el autor incluyó los cameos de futbolista Diego Armando Maradona, la cantante Paloma Faith y la reina de belleza Madalina Ghenea.
Esto fue para Sorrentino un "volado", pues no sabía cómo sería incluirlos sino hasta tener la edición final.
"Es como cuando preparas tu mejor platillo, pero tienes la incertidumbre de si los ingredientes secretos funcionan como esperas", reveló el director.
Todo su elenco admitió que con el rodaje nunca dejaron de pensar en la juventud como una bendición y una maldición, pues aún en la sociedad hay gente que considera envejecer como una desgracia, cuando ellos creen que es la mejor señal de la experiencia.
Así lo dijo:
"Mi cine es dos rostros, porque, por un lado, me gusta el drama que te hace reflexionar y, por otro, la risa que te hace burlarte de ti mismo. No soy nada complaciente, ni conmigo mismo".
Paolo Sorrentino, cineasta.

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