Son las 17:50 horas, comienzan a saltar los dos equipos a la cancha, el visitante Club Calor y el local Alebrijes de Oaxaca. Se paran detrás del arco azul diseñado con logos oficiales de la Liga Premier (segunda división profesional) al tiempo que niños portan la bandera blanca del circuito que siempre acompaña la voz del Juego Limpio.

Pasan los minutos y la gente se impacienta porque inicie el espectáculo futbolístico. Por fin, luego del primer intento, ahora sí se escucha la música tradicional para la entrada FIFA de ambos clubes, cuerpo arbitral y la escolta infantil con dicha banderola.

En el Día de la Niñez y justo es la voz solitaria de un niño la primera de apoyo para los locales “¡Alebrijes es el mejor!”.  El juego ha iniciado.

Gaviotas atraviesan el campo del Instituto Tecnológico de Oaxaca, a media altura, que parecieran unirse a la final del Campeón de Campeones de la Serie B de la Liga Premier y la lucha por el ascenso a la Serie A.

El partido tiene un inicio flojo. Aunque el ingreso fue gratis, no falta quien desde el graderío lanza a manera de impulso a los jugadores: “¡Devuelvan las entradas!”.

Tras el primer gol de Oaxaca comienza a despertar la afición y luego se anima a corear el “¡Aaaalebrijes! Una y otra vez. Acompañados de un aplauso. 

Una limpia barrida de la defensa visitante y abuchean al árbitro pidiendo penalti. Triangulación perfecta de la ofensiva de Alebrijes y vuelven a ganarse el “Aaalebrijes”. Remate de media vuelta de Kevin Loera que bloquea la defensiva del Club Calor y el suspiro hondo del público.

Nubes grises con el caer del atardecer ofrecen un bonito azul del cielo. La pregunta es: “¿Lloverá?” Pues se recuerda que en la pasada Ida de la Final del Clausura 2023 ante Mayas FC todos terminaron empapados con la tromba y tormenta eléctrica que significó lluvia bendita para Alebrijes.

Los más conocedores parecieran tener voz de profeta y afirman: “Hoy no llueve”.

El autor del 1-0, Armando León, casi logra en un contra-ataque el mano a mano con el portero pero éste se adelanta medio metro y despeja un balón tan elevado que alcanza la altura del aro del juego de pelota.

Fue un primer tiempo movido.

CON MÁS CHISPA

Para la parte complementaria, la porra con tambores y trompetas comienza a apoyar con más ahínco y muestra más chispa en sus cánticos.

Emmanuel Quezada se convierte en una pesadilla para la defensa monclovense por la banda. El ”Oooleee” se escucha en el graderío. La noche se ha hecho presente. Oaxaca domina. Club Calor empieza a recurrir a constantes faltas en las embestidas a velocidad por las bandas.

Los tamborazos y animación de la porra local son con más intensidad. Cada vez que un jugador visitante tardaba en levantarse tras exagerar una falta, lanzaban el cántico repetidamente: “Pícale el cu… para que se pare”.

Sobre el final del partido, el Emma penetra a fondo y lo avientan como “trapo sucio” dentro del área. Y fue él mismo quien decidió hacer justicia y poner broche a su gran actuación anotando con autoridad desde los 11 pasos.

Tras el silbatazo final, la porra al retirarse en el estacionamiento seguía haciendo sonar sus tambores, prolongando el festejo del 2-0.

Una nueva camada o versión del club de la Verde Antequera ha surgido. Son como agua nueva del Templo Alebrije. Y es que aunque el equipo de la Liga de Expansión no ha respondido a las expectativas, son los jóvenes de la Liga Premier quienes dan el ejemplo de ese ahínco y compromiso en la cancha y de brindar alegrías a la afición que es fiel al club y decididamente acude a apoyarlos.

Son más de las ocho de la noche y el estadio se ha quedado casi completamente solo. 

Pero ahí luce imponente ese enorme aro de pelota, que ahora espera ser nuevamente mudo testigo del festejo de un campeonato más de Alebrijes, ahora del Campeón de Campeones de la Liga Premier la próxima semana tras el regreso del equipo luego de jugar la vuelta en Monclova.