Jaime Medina Sánchez
Menudito de estatura, con grandes habilidades; un caracolero que prendía a la fanaticada oaxaqueña a la hora de conducir el esférico, es Carlos Antonio Ruiz Valencia mejor conocido como “el Martillito” se hizo del corazón de un San Martín Mexicápam bronco, donde la vida para muchos fue complicada debido a la inseguridad que aun permea por las calles de la agencia, pero para Carlos ha sido un ligar donde señala vivió una infancia feliz.
El jugador de 54 años de edad hijo de los señores Juan Ruiz Ángeles Natividad Valencia Audelo, comenzó a relacionarse con el balón a la edad de los 7 años, pues se dio cuenta que los juguetes no le atraían y su mejor distracción era patear el balón.
Su mejor fogueo e instrucción deportiva la tuvo en las polvorientas calles de San Martín jugando “cascaritas” con sus cinco hermanos y primos, con quienes echaban la reta en la calle donde utilizaban dos piedras para delimitar la portería.
En entrevista con Xtremo-NOTICIAS, expresa: “Hasta antes de los siete años, y ante la carencia económica para poder tener buenos juguetes, me distraía jugando trompo, canicas, a las agarradas, el desencantado, a las escondidas, a las famosas pollas; y de verdad que con esos juegos se hacía mucho ejercicio, y no necesitábamos de la televisión para ser felices.
“Comencé a jugar formalmente a los 8 años en un equipo que se llamó Pumitas a invitación de un señor originario de Teojomulco, quien conformó el equipo para jugar en la Liga de Don Mario Pérez.
“A los 14 años me invitan para integrar el equipo de la categoría de Ascenso de Mexicápam que participaba en la Liga de futbol Benito Juárez, y a los 15 años debuto en Mayor A al integrarme al equipo del Tecnológico.
“Quien me lleva a ese equipo el Javier Caballero quien es el que habló con el profesor Roberto Castellanos, que en ese tiempo el equipo del tecnológico estaba conformado con jugadores de la institución educativa y sólo a mí me dio la oportunidad e integrarme para lograr con el equipo el campeonato ben el año 1985, rememora Carlos Antonio.
SU PASO AL FUTBOL PROFESIONAL
A la vez señala, que es el mismo Roberto Castellanos quien le abre las puertas para irse a probar al futbol profesional, para integrarse el equipo que dirigí en ese entonces el profesor argentino Juan Carlos Suárez, “El Che”, quien le recibió bien.
Al concluir la temporada venden la franquicia y decide descansar un año, para luego al volver a comprar Oaxaca una franquicia en 1987 regresa para integrarse al equipo de la Primera A, para quedar a cargo del profesor Jorge “Coco” Gómez, quien le registró.
“A mediados de esa temporada sufro un accidente y me quedo sin jugar, volviendo a la actividad hasta el 89, para jugar con el equipo hasta 1992 que fue cuando le digo adiós al futbol, profesional.
“El haber jugado futbol profesionalmente fue una ilusión cumplida, ya que desde niño mi sueño era llegar a jugar en un estadio repleto de gente y que me aplaudiera, y lo logré, y claro te lo digo, jugué no por ganar dinero sino porque quería sentirme ovacionado por la gente, ese era mi mejor pago.
“El ingresar a la cancha llena de gente, me daba mucha alegría y me motivaba mucho, y ello me obligaba a pesar que tenía que jugar bien para esa gente y convencerlos de mi buen futbol; era emocionante”, señala Ruiz Valencia, quien el recordar esos pasajes, los ojos se le llenaban de lágrimas que buscaba retener y se perdieran entre las mejillas.
“El futbol me dio a conocer y me arraigó más en mi Mexicápam, donde la gente me saluda con mucho respeto y cariño, y además siento bonito porque reconocen lo que hice en el futbol profesional”, declara “El Martillito”.
Actualmente Carlos Ruiz se dedica a la balconería de donde se hace de sus recursos para mantener a su familia, pero además se dio tiempo para dirigir por tres temporadas al equipo que hoy es flamante campeón de la categoría Mayor A JRH Mexicápam, que por cierto, estuvo bajo la dirección técnica del zaachileño Jesús García.
