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Teatro documental en el AGEO

ageio
Foto(s): Cortesía
Redacción

Por: Wagive Turcott Fiat

El Taller de Teatro del Archivo General del Estado de Oaxaca ha realizado una puesta en escena basada en un documento histórico, que muestra un drama familiar ocurrido en Chalcatongo en 1581. Se pueden escuchar a las personas que aparecen en el documento, a través de las voces de la actriz y los actores que las interpretan. En este caso, se demanda justicia, se puede apreciar la forma de enfrentar los hechos, en la época posterior a la dominación española, en la región de la Mixteca; las relaciones que se muestran entre la gente del pueblo y las autoridades; se pueden ver también, la conducta, los valores, las creencias, cómo eran los procesos judiciales y finalmente el empantanamiento del proceso.

De muchas formas, el teatro siempre nos permite recuperar memorias, físicas, emocionales, sonoras; es un excelente recurso para reconocer vivencias pasadas, vivencias que parecen repetirse una y otra vez en la sociedad a través del tiempo.

Los temas históricos han sido motivo de inspiración para los dramaturgos desde siempre; en el teatro se han mezclado la realidad y la ficción, recuperando parte de la memoria histórica. En el drama histórico existen factores que intervienen y modifican en distinta medida los hechos históricos que tratan: la época del autor que escribe el drama, sus creencias, su ideología, los mecenazgos, el contexto en general. Encontramos entonces, a personajes y hechos, siempre transformados.

En "Los persas", de Esquilo, la obra de teatro histórico más antigua que conocemos, basada en el triunfo de los griegos ante los persas en la batalla de Salamina, en el año 480 antes de Cristo, aparecen los hechos históricos y la verdad, a través de la mirada de alguien que los vivió. Su autor combatió en la batalla y ocho años después, escribió y presentó la obra; sin embargo, Esquilo mezcla intervenciones divinas, como parte de la realidad del mundo griego de ese entonces. Son muchos los autores desde esa época, que han escrito teatro basándose en acontecimientos históricos; todos ellos han entrelazado la imaginación y la fantasía, modificando la verdad.

Aunque el Teatro Documental está basado también en la historia, aborda el drama a partir de fuentes primarias, como son los documentos; no hay invención, no hay fantasía; el Teatro Documental no transforma la verdad, no la deforma, ni permite que el espectador la evada. Pedro Bravo Elizondo dice en "Teatro Documental Latinoamericano", Universidad Nacional Autónoma de México, Coordinación Humanidades, 1982: “El Teatro Documental es una manifestación crítica de la realidad, a partir de un hecho auténtico”.

El Teatro Documental se consolida hasta 1965, con "La Indagación", de Peter Weiss, basada en entrevistas directas, en testimonios recogidos entre sobrevivientes y verdugos, en informes policiales, en documentación real, sobre los juicios de Núremberg; se nos muestra el Holocausto, a través de esta obra, de una manera completamente frontal, ineludible e injustificable, imposible de negar. Surgirá entonces, en todo el mundo, la necesidad de utilizar esta forma de hacer teatro, para visibilizar los problemas sociales que aquejan a la sociedad, guerras, miseria, conflictos raciales, feminicidios, la pena de muerte, corrupción, en fin, todos los grandes padecimientos.

Así encontraremos en América a distintos exponentes: Raúl Macías, en Cuba; Enrique Buenaventura, en Colombia; Jorge Goldemberg en Argentina; Augusto Boal, en Brasil; el grupo Yuyachkani, en Perú; en Argentina, el grupo Teatro Alianza; en México, entre muchos otros, Humberto Robles escribe el drama "Mujeres de arena", en 2002, sobre los feminicidios en Ciudad Juárez, utilizando los testimonios de las familias de mujeres asesinadas, así como fotografías y otros documentos.

Luisa Pardo, en 2015, escribe: "Veracruz nos estamos deforestando o cómo extrañar Xalapa", sobre el asesinato de la antropóloga Nadia Vera, activista de Derechos Humanos, durante el gobierno de Javier Duarte, usando todas las fuentes periodísticas, testimoniales, grabaciones y demás, relacionadas con el caso. El Teatro Documental nos permite reconocer una enfermedad social; al quedar enmarcada la realidad en la escena, se magnifica, nos permite verla mejor, como si le pusiéramos una lupa.

El Teatro Documental se convierte en una estrategia de difusión del patrimonio documental. Como público, podremos participar atestiguando un fragmento de la realidad histórica. Consideramos de gran importancia el acercamiento al patrimonio documental a través del teatro y la recuperación de pequeños trozos de nuestra memoria.

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