Elvira Sastre está en México. Para quienes desconozcan de quién se trata, les comento brevemente: nació en Segovia, España, en 1992 y a sus treinta años es una de las plumas literarias más frescas y renovadas de la actual generación de escritores por la fuerza arrolladora de sus letras y la capacidad de calar hondo en quien la lea, gracias a una voz potente y firme que te lleva de la mano a través de sus palabras. Su voz nos habla del amor y desamor, amistad e intimidad, soledades y tristezas, con unas verdades tan nítidas que contagian al lector.
Elvira Sastre comenzó a escribir a los 15 años y continúa desde entonces. Sus letras y su voz han llegado para afirmar que la poesía en lengua española se renueva a cada generación y en esta ocasión, las mujeres tienen muchas que decir. Pensamientos como los de Elvira son como ventanas por donde pasa la luz dotada de gran potencia literaria que ilumina las habitaciones de nuestro interior y que nunca deja indiferente a quien la lea.
Ha publicado los poemarios “Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo” (2013), “Baluarte” (2014), “Ya nadie baila” (2015) y “La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida” (2016). En 2019 consiguió el Premio Biblioteca Breve con “Días sin ti” y en 2022 “Madrid me mata”, su libro más personal hasta la fecha.
En esta ocasión, Sastre está en México; primero, para presentar su poemario "Adiós al frío" (Seix Barral, 2022) en la FIL de Guadalajara; y después, para ofrecer una serie de recitales en diversas ciudades del país como parte de su tour tour “Yo no quiero ser recuerdo”. La escritora española permanecerá en México hasta el 9 de diciembre y visitará las ciudades de Guadalajara, Ciudad de México, Puebla, Mérida, Morelia y Monterrey; lamentablemente, no visitará Oaxaca, aunque sé de buena fuente el gusto y el buen recibimiento que tienen sus letras en estas tierras.
Para esta gira la acompaña un espectáculo sonoro en conjunto con Manu Minguez, músico español, quien se ha encargado de proporcionar un ambiente sonoro adecuado para el espectáculo, ayudando a ser un espacio para la conexión con uno mismo.
En entrevista para un periódico de circulación nacional, la poeta afirma que en estos momentos históricos tan complicados que vivimos, la palabra es una herramienta muy poderosa para dejarlo por escrito y al hacerlo a través de la poesía, da la posibilidad de hacerlo mediante la belleza, pues ella cree que contraponer la belleza y la palabra a las cosas más dolorosas que suceden en el mundo puede ejercer, de alguna manera, como bálsamo (¿de fierrabrás quizá?); además de, en esta época de muchas prisas, el dedicar tiempo a escribir o leer es un momento de desconexión con el entorno inmediato y buscar la reflexión y la profundidad de los pensamientos.
Con la reapertura de espacios públicos a nivel nacional, los sitios comienzan a presentar sus programación y los proyectos de transcendencia cultural comienzan a hacerse presentes. Con el recién inaugurado Centro de Convenciones, quizá en algún futuro Oaxaca pueda traer actividades diversas para llegar a convertirse (todavía más) en un referente en la cultura nacional, más allá del folclor característico y que durante los últimos años se ha pasado de genuinas manifestaciones a mercantilismo turístico, haciendo de las tradiciones propias un espectáculo al aire libre.
Ojalá y pronto podamos recibir a Elvira u otros escritores en sitios o espacios más allá de una FILO.
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Para saber
Ha publicado los poemarios “Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo” (2013), “Baluarte” (2014), “Ya nadie baila” (2015) y “La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida” (2016). En 2019 consiguió el Premio Biblioteca Breve con “Días sin ti” y en 2022 “Madrid me mata”, su libro más personal hasta la fecha.
