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El lector furtivo: Manuel Maples Arce, el estridente

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Foto(s): Cortesía
Luis Ángel Márquez

Rafael Alfonso

 

Manuel Maples Arce nació en Papantla, Veracruz, un primero de mayo de 1900 y pasará a la historia como creador de un movimiento vanguardista netamente mexicano y que lleva por nombre estridentismo. Su primer libro "Rag: Tintas de abanico" (1920), terminó relegado al olvido por su propio autor, por revelar una fuerte influencia del modernismo contra el que después estallaría en el manifiesto "Comprimido estridentista", publicado en el número uno de su hoja volante "Actual" (1921). En su punto número 4, el manifiesto decía lo siguiente:

“Es necesario exaltar en todos los tonos estridentes de nuestro Diapasón propagandista, la belleza actualista de las máquinas, de los puentes gímnicos reciamente extendidos sobre las vertientes por músculos de acero…” y en tono similar estaba lo anterior y lo siguiente, ciertamente disruptivo y ruidoso.

Identificado como un prócer de las vanguardias latinoamericanas, Maples Arce negó las influencias que eran evidentes: el futurismo de Marinetti, el creacionismo de Huidobro y el dadaísmo. Sería pobre e inexacto decir que el estridentismo se limitaba a copiar sin más las ideas futuristas. Hemos de decir que, si bien, tanto en uno como en otro, las máquinas y el progreso tecnológico eran temas protagónicos, en el fondo existían diferencias sustanciales: el futurismo enarbolaba las ideas fascistas -incluyendo la limpieza étnica-; el estridentismo, por el contrario, enraizaba en las ideas socialistas; muestra de ello es el poema "Urbe, Super-poema bolchevique en 5 cantos". Ni qué decir de la vocación nacionalista (y llena de humor) del movimiento, siendo una de sus proclamas más estridentes: “Viva el mole de guajolote”. 

De Maples Arce existe la sospecha de que, mientras que sus manifiestos eran anti academicistas y anticlasicistas, como poeta no se privaba de la lectura de los grandes autores. De lo anterior resulta que su obra es la más legible de entre su grupo de correligionarios, quienes paulatinamente se encargaron de expresar más ideas políticas que poéticas. José Joaquín Blanco sentenció: “formaban el estridentismo un poeta, Manuel Maples Arce, y muchos que no lo eran como Arqueles Vela, List Arzubide, Luis Quintanilla y Salvador Gallardo”.

Aunque la actividad intelectual del poeta dio sus primeros frutos en la capital del país, esta se limitó a colaboraciones con revistas, las hojas sueltas de "Actual" y a la publicación de su primer libro "Andamios interiores. Poemas radiográficos" (1922). Muy joven, obtuvo una recomendación para trabajar con el gobernador de Veracruz, Heriberto Jara. En su estado natal hizo una carrera meteórica como juez y después como Secretario de Gobierno; así pudo financiar su propia revista "Horizonte", que devino en una iniciativa editorial que tuvo el honor de publicar "Los de abajo" de Mariano Azuela, además de los libros estridentistas de Maples Arce y sus amigos.

Otro importante elemento, para comprender al movimiento, es su encarnizada disputa con los Contemporáneos que -siendo el grupo que mejor enarbolaba la modernidad mexicana- desde el púlpito estridentista siempre fueron tildados de amanerados, decadentes, apolíticos y extranjerizantes. "Asaltabraguetas literarios" les llamó Maples Arce en un poema.

Después de su trabajo como Secretario de Gobierno en Veracruz, Maples Arce se dedicó de lleno a la vida diplomática, lo cual no le impidió seguir escribiendo en diferentes géneros hasta el final de sus días.

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