Pasar al contenido principal
x

El encuentro de Villa y Zapata

Foto(s): Agencia Reforma
Agencia Reforma

Leonardo Pino

- 1 -

Abrazo en Xochimilco

El fin del 1914, fue convulsionado: la Convención de Aguascalientes había fracasado y la ciudad de México vivió uno de los momentos más recordados de la historia de la Revolución Mexicana: el encuentro de los ejércitos zapatista y villista, que confluyeron en Palacio Nacional.

Los generales Emiliano Zapata y Francisco Villa habían intercambiado una amistosa correspondencia mediante la cual fijaron amplias coincidencias políticas y militares, aunque no se conocían personalmente. Esta situación se prolongó hasta el 4 de diciembre de 1914, día en que se encontraron en Xochimilco.

A fin de establecer una alianza más sólida para combatir al gobierno de Venustiano Carranza, se reunieron en la casa del señor Manuel Fuentes, cada uno acompañado por su Estado Mayor.

Los caudillos se dieron un abrazo y, tras compartir una generosa comida, mole con guajolote, tamales y frijoles sazonados con chile verde y epazote, y brindar por el triunfo del pueblo en armas, mantuvieron un corto diálogo público. De acuerdo a la versión taquigráfica, estas fueron algunas de sus palabras:

F. Villa -Pues hombre, hasta que me vine a encontrar con los verdaderos hombres del pueblo.

E. Zapata -Yo celebro que me haya encontrado con un hombre que de veras sabe luchar.

F. Villa -¿Sabe usted cuánto tiempo tengo yo de pelear? Hace 22 años que peleo yo con el gobierno.

E. Zapata -Pues yo también, desde la edad de 18 años.

Al promediar la comida, después de haber hablado un representante del general Zapata, Francisco Villa se puso de pie y dijo: “Compañeros: Van ustedes a oír las palabras de un hombre inculto; pero los sentimientos que abriga mi corazón me dictan que ustedes oigan estas palabras que solo se van a relacionar con asuntos de la Patria. Es lo que abrigo en el corazón. Hace mucho tiempo que estamos en la esclavitud por la tiranía. Soy hijo del pueblo humilde, y a ese pueblo que representamos nosotros a ver si lo encarrilamos a la felicidad. Vivan ustedes seguros de que Francisco Villa no traicionará jamás a ese pueblo que han tenido en la esclavitud. Y soy el primero en decir que para mí no quiero ningún puesto público, sino nomás la felicidad de mi Patria, para que todos los mexicanos conscientes no se avergüencen de nosotros. Respecto a todos esos grandes terratenientes, estoy propuesto a secundar las ideas del Plan de Ayala, para que se recojan esas tierras y quede el pueblo posesionado de ellas. El pueblo que por tanto tiempo ha estado dando su trabajo, sin más preocupaciones de esos terratenientes que tenernos en la esclavitud. Yo, como hombre del pueblo, ofrezco de una manera sincera que jamás traicionaré, que nunca traicionaremos su voluntad para que el pueblo no sufra. Cuando yo mire los destinos de mi país bien, seré el primero en retirarme, para que se vea que somos honrados, que hemos trabajado como hombres de veras del pueblo, que somos hombres de principios. (Versión estenográfica).

 

- 2 –

Pacto de generales

Luego del generoso ágape, ambos generales, con unos pocos hombres de confianza, se retiraron a una habitación del piso superior de la casa y delinearon lo que se conoce como el Pacto de Xochimilco.

Entre los asuntos tratados en la reunión, señala el historiador Felipe Ávila, destacaron el deslinde con respecto a Carranza y el Constitucionalismo; la identificación de Villa y de Zapata con los problemas y necesidades populares y el reparto agrario. Ávila resalta que se suscribió un pacto formal entre ambas fuerzas, mediante el que acordaron:

  • La alianza militar entre la División del Norte y el Ejército Libertador;
  • Que la División del Norte aceptaba el Plan de Ayala en lo relativo al reparto de tierras, eliminándose los ataques que el plan contenía sobre Madero;
  • Que la División del Norte proporcionaría elementos militares al Ejército Libertador.
  • La designación de Eulalio Gutiérrez como presidente provisional.

Dos meses antes de esta histórica reunión, se celebró la Convención de Aguascalientes entre el presidente Carranza y varios líderes revolucionarios, entre ellos Pancho Villa y representantes de Emiliano Zapata. Sin embargo, la Convención fue dominada por las posiciones de Francisco Villa y sus partidarios, que decidieron el cese de Venustiano Carranza como presidente, la designación de Pancho Villa como jefe de la División del Norte y el nombramiento de Eulalio Gutiérrez. Estas decisiones orillaron a Venustiano Carranza a romper con la Convención.

La ruptura puso de manifiesto las profundas diferencias entre los revolucionarios y el Gobierno. En particular, Villa y Zapata eran partidarios de una profunda Reforma Agraria, aspecto del que Carranza se había desentendido.

Pancho Villa fue designado jefe del llamado Ejército Convencionalista, que combatiría contra las fuerzas del gobierno. Pero Zapata seguía siendo el líder indiscutido del centro y sur de México, donde su lucha por las reivindicaciones agrarias mantenía un amplio respaldo entre la población.

Estos antecedentes originaron el encuentro de Villa y Zapata y la firma del Pacto de Xochimilco.

- 3 –

Los centauros en Palacio

Terminada la reunión en Xochimilco y una vez firmado el pacto que afianzaba sus coincidencias, los jefes revolucionarios decidieron que sus ejércitos tomaran la Ciudad de México, misma que se concretó el 6 de diciembre. El historiador Felipe Ávila consigna que “los habitantes de la ciudad de México presenciaron un acontecimiento insólito. Entre maravillados, atónitos y temerosos, vieron marchar por las calles céntricas de la vieja capital a varios miles de hombres armados, muchos de ellos a caballo, en un desfile militar diferente a los que habían visto antes”. 

Los ejércitos zapatista y villista avanzaron hacia el centro de la ciudad; miles de personas salieron a recibirlos. El general Zapata, primero en llegar a Palacio Nacional, nombró a su hermano Eufemio comandante del mismo. El desfile central se realizó en la plancha del Zócalo, donde presidían la parada militar, desde el balcón principal de Palacio, Eulalio Gutiérrez, Francisco Villa y Emiliano Zapata.

La ocupación de la capital del país por ambas fuerzas revolucionarias, fue el punto culminante de la Revolución.

MEMENTO

1 de diciembre de 1916: Se inaugura el Congreso Constituyente en Querétaro.

2 de diciembre de 1547: Muere Hernán Cortés, invasor del imperio mexica.

3 de diciembre de 1827: Muere Fray Servando Teresa, político liberal, periodista, historiador y prócer de la Independencia Nacional.

4 de diciembre de 1914: Los generales Francisco Villa y Emiliano Zapata firman el Pacto de Xochimilco.

6 de diciembre de 1914: Las tropas de los generales Francisco Villa y Emiliano Zapata, toman la ciudad de México y ocupan el Palacio Nacional.

7 de diciembre de 1867: Por decreto del Presidente Benito Juárez, se restablece el nuevo Colegio Militar.

7 de diciembre de 1930: Muere en la Ciudad de México, Jesús Flores Magón, hermano de los también oaxaqueños, Ricardo y Enrique Flores Magón.

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.