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Archivo General del Estado de Oaxaca: El Tecali en Tequisistlán

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Francisco Andrés López Martínez

 

El poblado de Santa María Magdalena Tequisistlán, está ubicado geográficamente al sureste del estado de Oaxaca, en la región del Istmo de Tehuantepec. Colinda al norte con Santa María Totolapilla, al sur con San Pedro Huamelula, al poniente con Asunción Tlacolulita, Santa María Ecatepec y Nejapa de Madero; al oriente con Santa María Jalapa del Marqués, San Miguel Tenango y Santo Domingo Tehuantepec, información registrada en la Enciclopedia de los municipios y delegaciones de México.

Tequisistlán se fundó en el año de 1410, con el nombre de “Tequisistlán”, en idioma chontal fue conocido como “Maadú”. Tequisistlán significa “lugar a la vista del Tequezquite”, se compone de las voces zapotecas tequisquitl, “tequesquite”; y tlan, “junto a, o entre”. Se le agregó Magdalena en honor a la patrona del pueblo.

En un antecedente histórico plasmado en el Plan Municipal de Desarrollo 2011-2013, en la cronología de hechos históricos, nos relata que en 1938, las piedras de ónix (tecali) eran bajadas de la población a través de una carreta; estas se transportaban a la comunidad de Tehuantepec y de ahí eran trasladadas a Veracruz para llegar a su destino final, Italia.

En 1955, la empresa norteamericana Metales del País, comienza a extraer bloques de ónix, para exportación, como se encuentra registrado en el contrato celebrado entre la compañía y el Ayuntamiento Municipal de Santa María Magdalena Tequisistlán, expediente clasificado en el Fondo Gobierno, Sección Industria y Comercio, Serie Industrias mineras, Subserie Solicitudes.

La compañía solicita con motivo de la construcción de la Presa del Marqués y la suspensión de registro de propiedad en Tehuantepec, cabecera del Distrito del Municipio de Tequisistlán, y ya que está obstruida la avenida normal, que la empresa pudiera establecer título a los terrenos, así como registrar y comenzar a cubrir las contribuciones y demás requisitos; estos terrenos no reciben los beneficios de irrigación de la citada presa en construcción. Por lo mismo no ha podido adquirir la parte restante de las 20 hectáreas, motivo por el cual algunos proyectos de largo alcance quedaron detenidos.

Entre las negociaciones con el ayuntamiento se logra apreciar un apoyo por parte de la compañía en unos “proyectos de urbanización para el personal de la población, con dotación de agua potable, drenaje y luz, prados y medios de recreo, un proyecto de hortalizas para suplir las deficiencias de la dieta tradicional de Tequisistlán, la falta de habitaciones y de comestibles es un problema grande para traer de afuera el personal especializado que requiere la industria minera”.

¿Qué es el ónix (tecali)?

Alfonso Caso describe en su libro "México antiguo, el tesoro de monte Albán, piedras preciosas". “Tecali: especie de alabastro que se encuentra muy abundantemente en las montañas del sur del estado de Puebla y al norte de Oaxaca. Se utiliza para fabricar objetos de ornato y también, aunque en menor escala, como material de construcción de bellos efectos decorativos. Puede labrarse en láminas tan delgadas que son traslúcidas y es precisamente esta cualidad la que hizo a los mixtecos utilizar el tecali para fabricación de vasijas, de paredes extraordinariamente delgadas, y que nos asombran por la habilidad técnica de sus autores, después de labrar el cristal de roca y la obsidiana, debe haber sido un juego trabajar el tecali, para estos insuperables lapidarios.

Aunque los objetos arqueológicos de tecalli no son desconocidos, sí son bastante raros; sin embargo, en Monte Albán encontramos una lápida labrada en este material, con escenas y glifos esgrafiados; de la región totonaca conocemos algunos espléndidos vasos y de Teotihuacán la figura de un tigre en un hermoso tecali de color verde. También hay objetos menores: penates mixtecos, cuentas, etcétera”.

En el expediente citado anteriormente, se asienta una reseña sobre la industria del tecali en Tequisistlán, que nos dice: “El Municipio de Tequisistlán, Oaxaca abarca yacimientos de tecali de interés, cuya explotación remonta a tiempos de la Colonia. Tecali, vocablo indígena, es el término adoptado universalmente por petrógrafos y geólogos para la piedra conocida en el comercio internacional como "Mexican onyx" si bien no tiene mayor parecido al verdadero ónix que una capacidad para pulimentación maravillosa, técnicamente es carbonato de calcio, depositado por aguas termales bajo condiciones especiales que determinan la formación de cristales especiales extremadamente finos, piedra densa de estructura laminar, generalmente con variaciones en el colorido que obedecen a impurezas en las aguas madres.

El tecali se encuentra en Argelia, Yugoslavia, Brasil; en el estado de Arizona de los Estados Unidos del Norte; pero los yacimientos mejor conocidos y más explotados son los de la República Mexicana. Yacimientos en Baja California se han explotado desde el siglo pasado, y su producto constituye un artículo estándar de comercio en Europa y en la región vecina de la Unión del Norte. Hay tecali de hermosas cualidades en el estado de Querétaro, y se encuentran yacimientos también en Jalisco, Michoacán y Guerrero; actualmente también se explota en Valle de Bravo, Estado de México, El estado de Puebla tiene una tradición de producción y elaboración de tecali desde tiempos de la Colonia, Con todo esto, el Estado de Oaxaca ha sido sin duda el productor número uno”.

El desarrollo económico de México

Juárez no era el único oaxaqueño interesado en estimular el desarrollo económico del país. Porfirio Díaz, Matías Romero, Rafael Reyes Spíndola y el Gral. Ignacio Mejía se mostraron promotores del desarrollo capitalista, sobre todo en su propio estado; don Porfirio Díaz soñaba con desarrollar las riquezas minerales de la Mixteca; Matías Romero con la construcción de ferrocarriles, que terminarían con el aislamiento del estado y la implantación del cultivo de café; Reyes Spíndola y Mejía también se interesaban en esto, siendo ellos mismos empresarios agrícolas en Oaxaca”.

Sin embargo, ésta no es la visión prevaleciente que se tiene de los oaxaqueños ni del estado de Oaxaca. Por lo general, se ha retratado a Oaxaca como un lugar indígena y tradicional, aislado, que durante el porfiriato vivió una época de paz, poco alterado por los trastornos de la modernización y la entrada del capitalismo internacional.

No cabe duda de que los pequeños rastros plasmados en los documentos, nos cuentan la evolución y transformación que se van dando día con día, los cambios económicos, políticos culturales, el amplio panorama de ver el enfoque de las cosas y que gracias a una ardua labor de organización y conservación podemos tener acceso a estos valiosos testimonios documentales, resguardados en el Archivo General del Estado de Oaxaca.

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