Gustavo, un joven originario de Juchitán de Zaragoza y que nació con una discapacidad auditiva y de lenguaje, cumplirá este año su sueño de formar parte de la delegación de su tierra natal en la Guelaguetza de este año.
A pesar de haber sido rechazado en varias escuelas públicas, Gustavo logró terminar la secundaria, lugar donde cuenta su madre que el joven tuvo su primer contacto con la danza regional y folclórica.
En 2020, Gustavo quedó seleccionado en el concurso convocado por las autoridades municipales de Juchitán para integrar la delegación que se presentaría aquel año en el Lunes del Cerro, pero, debido a la pandemia la Guelaguetza, fue suspendida.
“En este año, gracias a Dios, Gustavo volvió a participar porque él no quería quedarse hasta ahí nada más, sino que volvió a participar, volvió a ganar”, dijo su madre, Sebastiana Morgan Alegría.
Gustavo domina más de 40 bailes folclóricos y regionales, además de que es un aficionado del deporte. El joven trabaja como mototaxista y durante el tiempo de la pandemia se dedicó a lavar coches. Su madre afirma que " siempre busca algo que hacer y lo que gana con su trabajo es para él”.
La sincronía, elegancia y cadencia al bailar lo hace sentir libre, y siembre busca cómo expresar su talento, ya que esto le permite integrarse a la colectividad y socializar con los demás jóvenes de su edad, porque además es un chico que ha sido cobijado por mucha gente que lo conoce.