Antes cientos de oaxaqueños, así como turistas nacionales y extranjeros, la Sección 22 del SNTE celebró ayer su décima quinta Guelaguetza Magisterial y Popular, en el estadio del Instituto Tecnológico de Oaxaca, después de dos años de suspensión por la pandemia del coronavirus.
Y como ha ocurrido en ediciones anteriores, el festejo fascinó a todos los asistentes por la algarabía, picardía, música, danzas y trajes multicolores de los pueblos indígenas de las ocho regiones de Oaxaca.
Al dar la bienvenida, ante representantes de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), provenientes de diferentes estados, el secretario general de la Sección 22 del SNTE, Eloy López Hernández sostuvo que si bien la Guelaguetza Magisterial y Popular, constituye la máxima fiesta de los oaxaqueños, también se ha convertido en una expresión política para exigir a los gobiernos federal y estatal dar respuestas a las demandas del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO).
“¡Sección 22, la única no hay dos!”, “¡De Chiapas a Sonora, con la Coordinadora!”, “¡Magisterio y pueblo unido, jamás será vencido!” y “¡Hombro con hombro, codo con codo, la APPO, la APPO, la APPO, somos todos!”, gritaron los espectadores.
Antes del inicio, se ofreció un minuto de aplauso a profesores activos y jubilados, así como activistas de organizaciones sociales, fallecidos por el COVID-19.
En las tribunas, diferentes comunidades del estado colgaron lonas para impugnar la ejecución de proyectos mineros y eólicos en sus territorios, por violarse sus derechos a la consulta libre, previa e informada, así como por la presentación con vida de los desaparecidos y justicia por los luchadores sociales asesinados.
Para cumplir con la tradición de la Guelaguetza, que en zapoteco significa ofrenda o presente, las delegaciones de los pueblos indígenas compartieron los productos característicos de sus comunidades, entre fruta, dulces, tortillas, pan, tamales, café, mezcal, aguardiente, tepache y demás, con los asistentes.
Se hacen presente las regionesEn la décima quinta Guelaguetza Magisterial y Popular, el tradicional Jarabe del Valle, los sones y chilenas de Putla Villa de Guerrero, los sones de Ciudad Ixtepec e Unión Hidalgo –bailados con la cadencia, la gracia y el donaire de las mujeres istmeñas –, fueron las presentaciones más ovacionadas.
Y desde luego, el Jarabe Mixteco, que puso de pie e hizo cantar a casi todos cuando se escucharon las notas de la nostálgica Canción Mixteca, la Danza de la Pluma, un ritual que representa la conquista española, y Flor de Piña, una danza bailada por mujeres con una sincronía llena de movimiento.
Aunque también fueron aplaudidas las presentaciones de Villa de Tututepec, Teotitlán de Flores Magón, Huautla de Jiménez, Betaza y Silacayoapan.
En la despedida, el secretario de Organización de la Sección 22 del SNTE, Genaro Martínez Morales ofreció el reconocimiento del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) a quienes hicieron posible la realización de la décima quinta Guelaguetza Magisterial y Popular, especialmente a sus bases y a las comunidades, para poder mostrar la cultura y la identidad de los pueblos de Oaxaca.
Además, subrayó que la celebración demuestra la vigencia del MDTEO porque prevalece a través de la cultura de los pueblos de Oaxaca, así como de su lucha y de su resistencia.
“Por eso, no se equivoquen, nadie puede decir que el movimiento no está vigente”, asentó.
Aparte de esto, destacó que el MDTEO confirma otra vez así su unión con los pueblos de Oaxaca quienes luchan por la defensa de la vida, el territorio y los derechos humanos.
“Unidos y organizados no solamente es una consigna, caminan con el magisterio en este horizonte de lucha por la libertad, por la justicia y por la democracia, que son las grandes aspiraciones de los trabajadores de la educación y de los pueblos de Oaxaca”, finalizó.
La décima quinta Guelaguetza Magisterial y Popular terminó con la el Himno Venceremos, entonado por todos con el puño izquierdo en alto.
