Adriana Fernández/Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- "Nadie puede ser verdaderamente original evadiendo la excentricidad," dijo André Maurois. Ser excéntrico es tomar apuestas, trasladarse por el camino menos transitado. Veamos si éste es el caso de La Crónica Francesa.
Se trata de una gaceta asentada en un pueblo francés. Pertenece a una venerable familia de Kentucky que decidió ejercer su labor periodística en suelo galo. Hay crónicas, reportajes y hasta un obituario.
Cuando Wes Anderson, admirador de la revista The New Yorker, estaba gestando esta cinta, tenía un redil de historias ingeniosas pero inconexas. ¿Cómo amarrar estas viñetas? Utilizando un medio impreso como hilo conductor. Voilà.
El primer plus es el diseño de producción que es el sello del director: mundos deliciosamente intrincados de orfebrería meticulosa, empapados en nostalgia, que aquí retratan la Francia de los años 60.
En este mosaico periodístico, lo mismo se plasma una revolución estudiantil, que se parodia al mundo del arte moderno. Hay múltiples referencias culturales (ojo con los guiños a Godard y Bob Dylan).
Como siempre, Anderson baña sus situaciones con una mezcla de humor entre afable y satírico. No hay una caricatura burda; los personajes son, entre más estrambóticos, más apreciados. Los interpretan un reparto multiestelar en el que repiten varios incondicionales del cineasta: Brody, Murray, Swinton.
Cierto que la variedad de historias y detalles nos pierde a ratos; cierto que el director ha tomado riesgos (un largo desnudo frontal incluido), que nos dejan con el ojo cuadrado. También se extraña más de su clásica emotividad.
Pero todo entra en la ecuación: a la excentricidad y el talento se suma la reinvención.
////TABLA////
LA CRÓNICA FRANCESA
Califica: Tres estrellas.
Dirige: Wes Anderson.
Actúan: Benicio del Toro, Bill Murray, Frances McDormand, Adrien Brody y Tilda Swinton.
Duración: 108 minutos.
