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Una democracia de ignorantes no funciona: Fernando Savater

Conferencia_Fernando_Savater
Foto(s): Cortesía
Luis Ignacio Velásquez

“La democracia tiene que educar en defensa propia, porque una democracia de ignorantes no funciona”, reitera el filósofo Fernando Savater al explicar la importancia de la educación en la conformación de la ciudadanía y la calidad democrática de las sociedades. Sostiene que el peligro para las democracias son los ignorantes dentro de la sociedad.

El escritor y ex catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, España, señala que la educación en sociedades democráticas tiene que educar a la gente para hacerla igual, no para ser diferente y esclava.

“Obvio, esto es más fácil de decir que de hacer, pero la idea de que la educación es simplemente para mantener a la gente ocupada es una ingenuidad, no; la educación siempre es elitista, lo que quiere es que todos formen parte de la élite, no nomás unos cuantos. La educación no busca la igualación por abajo, de que todo mundo sea ignorante, que todo mundo sea populista; la educación busca que todo mundo conozca la aristocracia del pensamiento y de la libertad”.

“Educamos para que la gente sea príncipe"

El autor de obras como Ética para Amador, El valor de educar, La aventura de pensar, Invitación a la ética, Ética Urgente, entre otras, añade que, por tanto, educar, es educar príncipes, siempre. “Educamos para que la gente sea príncipe, pero no unos cuantos, sino todos; esa es la diferencia con la educación que busca elogiar al pueblo para que siga siendo siempre esclavo de los príncipes”.

En conferencia de prensa, en el marco de la edición número 42 de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), subraya que hay que educar en valores políticos, porque, por ejemplo, la convivencia política tiene sus propios valores y deben ser fomentados por la educación.

Comenta que los griegos insistieron en la importancia de la educación, de la pedagogía, porque ellos fueron los que inventaron la democracia. Ellos consideraban, por ejemplo, que los persas, el antecedente autocrático que tenían los griegos, no necesitan educación porque cada niño que nacía pertenecía a estamentos sociales predeterminados y solo funcionaba en ese estamento. Los hijos de los artesanos estudiaban para ser artesanos, los del herrero para ser herreros, etcétera. Cada uno no necesita ser educado, necesitaba ser adiestrado para funcionar dentro de aquello que le corresponde.

Añade que, en cambio, en el mundo griego decían que cuando un niño nacía en Atenas no sabían lo que iba a ser, lo que va a querer ser, y tenía que ser educado porque tiene que ser un ciudadano, tiene que ser un dueño de la ciudad. Los ciudadanos son los dueños de la sociedad y hay que prepararlos como si el equilibrio, la paz de la ciudad, requiera de este ciudadano.

“Hoy, la educación no es informar"

“Entonces, hoy, cualquier reflexión sensata sobre educación tiene que pensar que necesitamos educar miembros de una democracia como si la estabilidad dependiera de esa persona, porque no sabemos qué es lo que va a ser, qué destino va a tener. Y esto es muy difícil porque Grecia tenía unas ciudades pequeñitas, de 50 o 70 mil personas, y ahora hablamos de millones de personas; entonces son muchas las dificultades de la educación, pero cualquier persona consciente tiene que saber que una democracia de ignorantes no puede funcionar”.

Sostiene que las redes sociales en nada contribuyen a la educación de los habitantes de las sociedades actuales.

Durante mucho tiempo -expresa-, educar era informar. Se informaba al niño que vivía en una burbuja autoprotegida por su familia, se le abrían posibilidades a veces más inhóspitas: de las realidades del sexo, de la muerte, de la ambición, que normalmente no había conocido en su ámbito familiar.

“Hoy, la educación no es informar, porque la información viene arrolladoramente, exclusivamente, de las redes sociales. El problema es que ahora los niños están informados, pero informados sin saber qué es dentro de esa información lo necesario y lo accesorio; lo verdadero y lo falso; las mentiras y las verdades fundamentales. Hoy, la educación es enseñar a navegar por la información que le demos, no es simplemente informar de nuevo. Educar es que sepamos manejar toda esa enorme información que vamos a tener, que nunca han tenido los seres humanos a lo largo de toda la historia; pero eso no quiere decir conocimiento; educar es para el conocimiento, para la discriminación de lo importante dentro de la información”.

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