Cientos de personas rendían culto a la Santa Muerte cada 31 de octubre, el punto de reunión, el Parque del Amor en la capital de Oaxaca. Sin timón, pues su organizador fue asesinado en 2016, la organización que en fechas pasadas iniciaba desde este mes, quedó en el abandono.
Las imágenes de diferentes tamaños y colores, ataviadas con prendas de vestir y joyas, salían en caminata hacia la colonia Ampliación de Santa Lucia del Camino, en donde hay un templo dedicado a esta figura que forma parte del imaginario popular mexicano y a quienes miles le confieren poderes milagrosos.
A partir de la muerte del comerciante y dirigente de la calenda en honor a ester objeto, Israel Camacho Pérez, “El Pantera”; las procesiones están temporalmente suspendidas, informó el comerciante, Hugo Esquivel.
La muerte anda por las calles
Los creyentes de la “Niña Blanca” adornaban sus imágenes, las vestían y las preparaban para recorrer las calles al son de varias bandas de viento, de música de mariachis, un gran colorido, alegría y ostentación caracterizaban la celebración, pues joyas de oro nunca dejan de acompañar a este figura.
Aunque la Iglesia católica rechaza esta creencia, existe un sector que venera la imagen y la honran para obtener mejoras económicas, laborales y de salud.
Protectora del Mercado de Abastos
La “Niña Blanca” ha cobrado fuerza entre la población oaxaqueña, sobre todo en estas fechas en donde la crisis económica ha pegado en su bolsillos.
Creyentes de “La Santa Muerte”, acuden hasta la zona húmeda de la Mercado de Abasto para adquirir su imagen, en color rojo para el amor, blanco para la salud, dorado para el dinero.
También le piden apoyo en problemas familiares, como posibles divorcios, malos entendidos o situaciones que pongan en riesgo el matrimonio.
El comerciante, Hugo Esquivel, asegura que la imagen de la “Niña Blanca” y la imagen de “Jesús Malverde”, venerado entre quienes se dedica al narcotráfico, se comercializa igual que una imagen católica. Los precios de ambas figuras oscilan oscila entre los 25 pesos a los 3 mil 500, dependiendo del tamaño y del material.
En lugar de bendecirla como a las imágenes religiosas, la Santa Muerte es “curada”, es decir, se le colocan lociones preparadas para la buena suerte, el dinero, entre otras necesidades.
Los cuidados diarios
La imagen de la Santa Muerte, debe ser venerada constantemente según sus fieles. Los que confían en su poderes la colocan en un altar, que acompañan de veladoras, pan, chocolate, mezcal, cigarros, flores, cerveza, “lo que a uno le nazca”, indica el vendedor.
En la tienda esotérica, “El Maleficio”, ubicada al interior del Mercado de Abasto, se coloca una ofrenda en su honor, pues los locatarios aseguran que los ha protegido de asaltos y de enfermedades.
