Las historias de bullying están en todos lados. Motivada por las noticias que escucha cada mañana y comprobar que Durango tiene los índices más altos de suicidios en el país, la escritora Liliana Blum se propuso en su cuarta novela plasmar esta problemática social, que sufrió en carne propia de niña y que la llevó incluso a dos intentos de suicidio. Hoy, sonriente y con una taza de café, habla en entrevista, abiertamente, de la génesis de “El extraño caso de Lenny Goleman”, su más reciente novela juvenil.
“Algo que yo le hubiera dicho a la Liliana de antes es: 'Por más que creas que no hay una salida, todo pasa. En algún momento esto va a cambiar, no hagas algo precipitado. No estás sola'”, expresa al responder qué le diría a las o los lectores de esta novela narrada en primera persona.
Los bullies crecen y se integran a la sociedad
La autora considera que la adolescencia es una etapa dura y afirma que el bullying siempre ha estado ahí, porque la violencia es la parte oscura del ser humano: “La vemos en el ámbito escolar, pero la tenemos con los políticos, con los criminales, narcos, en la oficina; los bullies crecen y se integran a la sociedad”.
Comparte que ella sufrió mucho bullying, de niña, por ser pelirroja. Y es la prueba de que existe el bullying entre mujeres, que incluso puede ser muy físico, desde pellizcos, empujones y patadas. A pesar de que ha sido algo que ha estado con ella desde muy pequeña, le dolió más cuando supo que a sus hijos les estaba pasando lo mismo en la escuela.
“Para mí, esta novela fue una especie de catarsis; mis libros son algo terapéuticos”.
Liliana Blum, escritora.
“Esto pasa en muchos lugares, aunque se tengan aparentemente medidas para evitarlo, pero mientras como sociedad no hagamos nada, seguirá ocurriendo”. En el libro, Alina, el personaje principal, es una chica que acciona, no sólo conserva la esperanza de que algún lunes las cosas mejoren.
Con la experiencia que Liliana Blum tiene impartiendo clases, se ha enterado de estos problemas y sabe que empieza desde casa: “yo creo que los papás de los bullies deben tener idea de lo que hacen sus hijos, los conocen, pero nadie hace nada, se toma como juego, como decimos en el norte: es carrilla, pero la carrilla para uno puede ser juego y para otro puede ser la causa de muerte”.
Y subraya: “Es que no somos iguales, todos tenemos una personalidad distinta y mientras hay chicos que fortalecen el carácter y se aprenden a defender, hay otros que no ven otra salida, como Daniel (personaje de su novela). Sobre todo porque en la adolescencia es una época porque todo lo vemos blanco y negro; y las redes de apoyo no siempre son la familia”. Confiesa que tiene un padre violento.
“Yo escribo de mis miedos, de mis obsesiones y frustraciones. Después de la escritura ya me siento más ligerita”.
Liliana Blum, escritora.
Spoiler alert
En “El extraño caso de Lenny Goleman”, el suicidio de Daniel es el detonador de todo lo demás, por eso viene como prólogo. Liliana Blum sabe que esos inicios fuertes hacen que el lector quiera seguir leyendo o que deje el libro; ella apuesta.
Afirma que el que este suicidio aparezca al inicio del libro es para desmitificar, porque cree que el suicidio se ha idealizado, en algunas corrientes como la emo. “Yo quería decir que la muerte duele, que no es fácil. Y a Daniel no le sale bien”.
El hecho de que el suicidio sea el detonador de esta novela tiene que ver también con un método y el más socorrido en Durango, es el ahorcamiento, porque es el más accesible para todos. “Esto me ha hecho pensar que el suicidio no es una decisión que se tome de un día para otro, sino que es pensada”.
Otra de las preguntas que Liliana Blum se hizo fue: ''¿qué hace que un chico o chica diga: ya no quiero más de esto. Es un tema que como sociedad no nos gusta tocar, porque todos somos responsables de alguna manera. Por eso creo que debemos buscar una solución juntos y una podría ser comenzar a verlo”.
Los peores círculos del infierno son para los tibios
En el libro hay un personaje clave: Lenny, que además es un personaje fantástico y mitológico, cuyo mensaje es: "¡Sí podemos ser el golem de alguien!" Podemos dejar de ser tibios. “Como decía Dante, los peores círculos del infierno son para los tibios, porque creo que si el bullying rara vez ocurre frente a las figuras de autoridad, sucede entre los iguales, que son los únicos testigos; hay que empezar a enseñar a los adultos y a los chicos que debemos actuar, en la medida de nuestras posibilidades involucrarnos, cuando esté en nuestras manos hacer algo y dejar de ignorar este abuso. Esa pequeña acción podría hacer la diferencia.
Al hablar de cuál es la función de la literatura en ese accionar, la autora refiere que el camino siempre viene de uno mismo, pero que puede ser un detonante que obligue a pensar o replantear cosas: “Este libro lo presenté en Durango en tres prepas. Cuando tienen la novela es la ocasión perfecta de hablar de ellos, es el gran poder de la novela, a la hora de preguntas y respuestas, todos los del público levantaban las manos y hablaban sobre sí mismos”.
Sabe que las lecturas muchas veces pueden remover algo en quien los lee. Y con esta novela, lo mejor que podría pasar sería que los jóvenes se pudieran identificar con los personajes, decir: "Yo soy como los que bullean o yo soy como las víctimas o, yo soy como estos que no hacen nada. Los libros te dejan ver las otras posturas que no son la tuya, ese es el gran poder de los libros”.
“Lo que nos toca tanto en el cine como en la literatura, es conectarnos con los personajes y eso nos hace reaccionar”.
Liliana Blum, escritora
