Dedicar su vida a defender al pueblo y a procurar un cambio social siempre con el cobijo de la legalidad, fue una de las más grandes herencias que dejó Don Benito Pablo Juárez García a los estudiosos de la leyes.
Ser abogado de profesión significaba en aquel entonces defender los intereses de la clase alta, pisotear a los pobres y explotar a los marginados, empero, contrario a toda teoría y costumbre, el Benemérito de las Américas comenzó sus primeras labores intercediendo por los marginados, representando a personas indígenas que pisoteadas por los intereses de la orbe política, vivían en abandono y en injusticia.
Carlos Morales Sánchez, abogado oaxaqueño y presidente de la asociación civil Litigio Estratégico Indígena conmemora día con día su legado, refiere que Benito Juárez representa un punto de partida, un ejemplo a seguir, y un hombre que recordar.
"Juárez tuvo una visión respecto de la abogacía diferente a la que primaba en aquellos tiempos, tenía esa vocación de protección a los bienes, siempre dejó percibir su amor por la tierra y por la propiedad de los pueblos no sólo de Oaxaca sino de todo el país".
Don Benito Juárez definió que la norma y la aplicación de la misma serían su prioridad, primero como profesionista del derecho, luego como profesor de Derecho Civil, más tarde inmerso en la vida pública del Estado como diputado local y años después como Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
"Nos dejó mucha herencia que mencionar y que recordar, pero dentro de las más grandes en el mundo de la abogacía fue que como Ministro nos mostró la necesidad de conservar y defender la jurisprudencia, es decir, los criterios del Poder Judicial. Tenemos la jurisprudencia gracias a que Juárez tuvo la visión de publicar todas las resoluciones de la SCJN."
Cuando el cargo de Presidente quedó vacante, Don Benito Juárez García ocupó el cargo, y desde allí, desde el mandato del país, forjó las medidas que un Estado disuelto, rebelde y fragmentado requería.
"Para los que ejercemos el derecho, Juárez ha sido muy importante en virtud de que su postulado principal fue un gobierno de leyes, lo que hizo fue consolidar la República Mexicana y dar la pauta de que todo se debe hacer siempre con respeto a la norma"
En una carta dirigida a Santiago Vidaurri, fechada en 1861, Juárez presenta una imagen de sí mismo:
"Me considero, efectivamente, como un arquitecto en medio de ruinas, que me afano para lograr la unión y solidez de los multiplicados materiales, para la grande obra del gobierno, mirando a veces con tristeza que no se secundan los esfuerzos de todos aquellos que nos hemos consagrado a trabajar sin tregua por la posteridad y salvación de la Patria."
El maestro Morales detalla que el Benemérito de las Américas debe ser considerado "como un hermano mayor" para los abogados, explica que la ley es aquel medio pacífico que Juárez comenzó a construir para defender al pueblo y generar un cambio social.
"Es la persona cuyo camino se debe seguir siempre, se debe respetar plena y absolutamente lo que la ley establece y si hay inconformidades, estas deben ser canalizadas por medio de la ley, es la ley la que guía nuestros pasos."
El abogado defensor de los derechos indígenas asevera que a Don Benito Juárez no se debe recordar como aquel coloso de piedra en lo alto de un pedestal, sino procurando conocer siempre más de él y seguir su ejemplo.
"Creo que en cada oaxaqueño hay un Benito Juárez, si alguien aspira al poder que sea para ayudar a los demás. Juárez es el político mexicano más reconocido y más homenajeado pero es uno de los políticos menos estudiados, tenemos que acercarnos de nuevo, en estos tiempos tan oscuros en los que vivimos, al pensamiento Juarista porque él puede marcarnos una luz y un sendero".
