Por Luis Alonso
La condición “mágica” de Jalatlaco, el otrora pueblo y hoy barrio, que debe su nombre a un río sepultado que ya muy pocos recuerdan, acontece solo en cinco o seis cuadras del ahora “Barrio Mágico”; sin embargo, toda su demarcación, hoy enfrenta las grandes contradicciones del sistema económico social que impera en el planeta.
En Jalatlaco aún viven familias establecidas desde hace tres generaciones. Entre algunos muros de adobe y calles empedradas, sobreviven también algunas prácticas religiosas y culturales que se han afianzado con el tiempo y despiertan nuestras nostalgias de un pasado menos convulso y desesperanzado. Sin embargo, es inminente el fenómeno de gentrificación que inició desde hace al menos una década y que solamente se desdibujó ligeramente durante la pandemia. La “instagramización” del barrio, debida principalmente a la manifestación de arte callejero en algunos de sus muros y posteriormente a las decoraciones alusivas a las épocas y sus festejos comunes en Oaxaca, hicieron a muchas personas voltear a ver qué sucedía y en muchos casos a pretender ser parte, de algún modo, de esas instantáneas socializadas en redes digitales.
Llegaron los cafés, algunas casas se convirtieron en hoteles y en breve se comenzó esta transmutación de colonia popular a barrio de moda. Un hotelón de cadena, muy fotogénico también, y recientemente un restaurante de un chef muy renombrado, así como un importante número de inmuebles convertidos en alojamientos Arbnb, constituyen un incipiente clúster turístico al que conviene que el barrio “suene” y atraiga todo tipo de consumidores, sobre todo si estos provienen de latitudes con tipo de cambio conveniente.
Mientras tanto, como en el resto de la ciudad, los beneficios aparentes y supuestos de eso que le llaman derrama económica no alcanzan para pagar infraestructuras y servicios, y es ahí en donde las cuentas ya no salen para quienes no son visitantes, para quienes son residentes y para un amplio conjunto de personas locales.
Por el momento no parece haber respuesta a un fenómeno del que muchos hablamos mientras solamente miramos inmóviles cómo avanza.
