CIUDAD DE MÉXICO.- Víctor Jaramillo, documentalista, videoartista, fotógrafo y periodista, era un ave de la noche. En “Amor chacal”, documental que produjo en el año 2000 bajo la dirección de su pareja, el poeta Juan Carlos Bautista, se adentró en la vida nocturna de los prostitutos del sotavento de Veracruz, mientras que en La noche abre su flor, de 2003, como director, hizo lo propio desde La Habana, Cuba, entregando un "docurretrato", como él le llamaba, de la urbe más clandestina.
Un mundo ante el que siempre fue sensible y que retrataría en otros de sus trabajos audiovisuales.
Y ahora la noche lo despedía: Jaramillo, originario de Zacazonapan, Estado de México; periodista por la FES Acatlán de la UNAM, y un hombre de un humor lúcido e envidiable, falleció en Mérida el martes a los 49 años.
Su nombre queda ligado a la vida nocturna no sólo como un documentalista, sino como un agitador de la misma, cofundador junto a Bautista del ya legendario Salón Marrakech, "El Marra", que afianzaría y proyectaría en la calle República de Cuba, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, una constelación de clubs para la comunidad LGBT+.
Pero no devino en un simple empresario, pues hizo del establecimiento un motor de la cultura, abriendo su escenario a las diversas expresiones y financiando iniciativas y proyectos, como Mafia Rosa Ediciones, desde donde publicaría a autores como Alfredo Fressia y William Johnston.
"Gracias por todas las maravillas del mundo que hiciste posible", se despedía la noche del martes en Facebook el poeta Hernán Bravo Varela, socio de Jaramillo y Bautista en la editorial, especializada en literatura LGBT+.
Como artista visual, expuso su obra en Río de Janeiro, Berlín, Nueva York, Los Ángeles, Rótterdam y Buenos Aires, además de la Ciudad de México y Xalapa, donde impulsó, antes de mudarse a Mérida, otro club cultural inspirado en el estridentismo: La Popular.
Pero la despedida era sensible sobre todo en la calle donde levantó aquella catedral de aves nocturnas.
"La calle de República de Cuba está de luto", se lamentaba El Marra.
