Pasar al contenido principal
x

Estas letras que lees: Oaxaca mágica

Foto(s): Cortesía
Redacción

Rodrigo Velásquez Torres

 

La apuesta cultural que ofrece Oaxaca al mundo es vasta. La complejidad propia de nuestro estado garantiza un área de oportunidad para estudios de diversas ciencias sociales. Desde hace varias décadas, diversos institutos de investigación han hecho de nuestras comunidades un laboratorio social para el desarrollo de proyectos piloto de impacto y medición cultural que, en caso de funcionar en Oaxaca, son replicados en otras latitudes, pues justamente debido a la gran complejidad tanto política como social del estado, se tiene considerado que si un proyecto social funciona en Oaxaca, es muy probable que pueda ser replicado con éxito en diversas partes del país y del mundo.

Desde hace varios años se ha venido buscando hacer de la cultura local (lo que sea que esto signifique) un motor generador de riqueza para quienes la producen; sin embargo, el enfoque mercantilista que se ha dado a dichos proyectos ha generado una mayor desigualdad entre los mismos artesanos, pues los proyectos están más enfocados en traer posibles compradores que en desarrollar oportunidades de crecimiento para los “productores culturales”, reduciendo las manifestaciones culturales a un simple producto intercambiable por dinero, en una pugna entre el México profundo y el México imaginario, utilizando la categorías de Guillermo Bonfil Batalla en su México profundo. Una civilización negada.

La recién designación del Barrio de Jalatlaco (uno de los más emblemáticos de la ciudad) como un Barrio Mágico es justamente una pequeña muestra de la implementación de proyectos nuevos enfocados en comprador en lugar de los naturales de la zona.

De acuerdo con su programa oficial, el programa Barrios Mágicos de México, tiene como propósito el ampliar el abanico de experiencias turísticas para los visitantes que recorren el territorio nacional, impulsando el bienestar y desarrollo de las comunidades con una dimensión social. Si bien la creación de Pueblos y Barrios Mágicos promueve que empresarios y particulares visiten dichas localidades, la realidad es que la creación de nuevos negocios, tiendas, restaurantes, terrazas, que hace más atractivas las zonas a los turistas, convierten la zona en lugares más caros, alejando a los locales de los mismos y provocando un fenómeno conocido como gentrificación, la cual desplaza a personas locales de sus lugares originarios por volverlos incosteables para sus ingresos, pero alcanzables para empresarios y turistas extranjeros.

Según los creadores del proyecto (ideado en 2022) los Barrios Mágicos representan un espacio en el que se combinan diversos elementos que los hacen únicos e irrepetibles: historia, cultura, gastronomía, productos y servicios, así como la convivencia de la población local con los visitantes. Es un lugar donde se puede descubrir el ‘espíritu’ y esencia de una ciudad”. Con esto en mente, el proyecto busca el posicionamiento de estos lugares, ya que puede traer más ingresos a los negocios establecidos de las personas originarias del barrio porque va haber más visitantes, aunque esto también implique, quizá en un futuro cercano, la pérdida misma del folclore característico de la zona.

Los Barrios Mágicos representan un espacio en el que se combinan diversos elementos que los hacen únicos e irrepetibles: historia, cultura, gastronomía, productos y servicios, así como la convivencia de la población local con los visitantes.

Contacto y réplica: [email protected]

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.