Isela Sedano
Hablar de Giovanni Varell, Porfirio Juárez, Miguel Sala y Carlos Carreño, cuatro maestros genios de la pintura, es difícil, porque en cada una de sus obras, manifiestan la visión sensible del mundo, ya sea real o imaginario; apoyándose en sus vivencias, su historia o su momento, hacen con su pincel una función ritual o mágica de mundos naturales o fantásticos, que les permite detectar e implementar la luz y la capacidad de ver y sentir cada una de sus creaciones.
Estos grandes talentos se unieron en un gran proyecto, cuyo fin es dar a conocer el trabajo y posicionar dentro del mercado a los artistas oaxaqueños en el corazón de Oaxaca, en la galería Guendabidxaa, con la exposición colectiva “Encrucijadas”, muestra que revela los diferentes estilos y técnicas que cada autor plasma con su estilo personal.
El nombre Guendabidxxa, en zapoteco, alude a la magia, el espíritu, el saber, la transmutación y el embrujo; en un concepto artístico, todo aquel que entra a la casa del arte sale hechizado o encantado por la fuerza, color y significado que cada artista deja entrever en sus líneas.
Hablar de los maestros que participan es hablar de trayectoria, esfuerzo, talento y oportunidades: cuatro grandes de la plástica, cuatro oaxaqueños, cuatro amigos del arte, plasman cada uno desde su propio sentir interior.
Giovanni Varell, desde su mundo poblado de mujeres sobrenaturales, místicas y con una simbología poderosa de la naturaleza femenina, nos enseña e invita a disfrutar el gran misterio de la gran madre y del principio femenino.
Y por otro lado, el maestro Porfirio Juárez, en su dimensión de toros y un universo colorido en el que florecen seres de luz y color que conviven en una armonía cromática con una áurea de maestría y entrega, que surge de las manos mágicas del artista.
Miguel Sala, con la sensibilidad que solo él percibe, retrata el alma de las niñas indígenas del estado de Oaxaca, la inocencia de la niñez y la magia de sus miradas que cautivan al espectador.
Carlos Carreño no se queda atrás; con un estilo muy marcado, plasma un mundo de líneas y trazos que representan la fuerza, el coraje, la tristeza y los instintos más primitivos del alma humana.
Pues admiremos las obras de estos grandes artistas plásticos, que interactúan y cambian con la complejidad de un caleidoscopio, por la diversidad de sus obras y la magia de sus pinceles; son los cuatro grandes que podemos admirar en Guendabidxaa.
